"La Rulla" en les Barraques de Lluna
Rita Mas “La Rulla” fue una activista republicana que se hizo popular en la València de principios del siglo XX por su liderazgo al frente de los movimientos sociales en contra del sistema corrupto de la Restauración
'Callejeando': "La Rulla" en les Barraques de Lluna (05/02/2024)
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València
A medio camino entre Benicalap y Burjassot, como una pequeña isla rodeada de la exuberante huerta regada antaño por la acequia de Tormos, se alzaba virgen hasta mediados del siglo XX el pequeño caserío conocido como Les Barraques de Lluna. Un conjunto de viviendas formado por barracas y alquerías, dispuesto linealmente a lo largo del serpenteante camino homónimo, tan típico del paisaje agrícola valentino como escaso en la actualidad.
El primer mordisco urbano a esta zona de la huerta se lo propinó la Ciudad del Artista Fallero en la década de 1960, y el último y definitivo, el Plan Parcial Benicalap Norte, aprobado durante los primeros años del siglo XXI, y que, en un alarde inopinado de conciencia patrimonial, decretó la protección de lo que quedaba del conjunto, incluyendo el trazado del viejo camino. De esta manera, una nueva urbanización de viviendas unifamiliares se ha mimetizado con los restos de lo que un día fue el caserío de les Barraques de Lluna, en una actuación aún así de dudosa eficacia, pero sin duda más sensible con el entorno que cualquiera de las intervenciones urbanas realizadas en la ciudad de València en los últimos 25 años.
El trasunto de pueblo rural fue inaugurado poco después de la pandemia y las pequeñas calles que lo forman fueron rotuladas en 2022 con los nombres de mujeres ilustres como la escritora Gabriela Mistral, la matemática Emma Castelnuovo, la poetisa valenciana Luisa Cervera Royo y nuestra protagonista de hoy, la activista republicana Rita Mas “La Rulla”. En este sentido, cabe recordar que en 2016 el Consell Municipal de la Dona presentó un informe al ayuntamiento sobre la propuesta de asignación de nombres de mujeres relevantes en las calles de la capital, con la intención de contrarrestar la abismal diferencia que existe en el nomenclátor entre las dedicadas a hombres -un 93%- y las dedicadas a mujeres -un 7%-. Bajo esta premisa, se propuso establecer un criterio de asignación de nuevos nombres de vías públicas según el cual, de cada 5 nuevos nombres, 4 debían ser de mujeres. Y así es como se rotularon cerca de cuarenta calles con nombres de mujeres pioneras cuya aportación a la sociedad es tan fundamental como desconocida.
De Rita Mas, “La Rulla” (València, 1865 – 1946) sabemos por la prensa de la época, pero sobre todo por la descripción que hizo de ella el político y escritor Julio Just en su obra Veteranos de la República, publicada en 1932, donde recoge las biografías de personajes populares valencianos que desde la militancia lucharon de forma anónima por la libertad y la república desde finales del siglo XIX hasta la instauración de la II República. Entre ellas, un grupo de mujeres pioneras del feminismo obrero y el republicanismo como Elena Just o la propia Rita Mas “La Rulla”, que según Just personificaba a la mujer fuerte y valiente, agitadora popular y promotora de revueltas callejeras, y a la que bautizó como la mujer de los truenos, porque precedía a las tormentas.
"La Rulla" se hizo popular en la València de principios de siglo porque estaba presente en todas las manifestaciones y revueltas que tuvieron lugar en aquella época, cuando el republicanismo blasquista se estaba conformando como un movimiento social y democrático contrario al sistema caciquil y corrupto de la restauración monárquica. Uno de los episodios más recordados de "La Rulla" fue su decisiva participación en la huelga general revolucionaria iniciada en València por los trabajadores ferroviarios en el verano de 1917. Rita Mas dirigió la revuelta al frente de mas de 500 hombres y los altercados se sucedieron por todos los distritos. La Guardia Civil ordenó su captura y fue perseguida violentamente por los parajes de la huerta circundante de la ciudad hasta que se le dio por muerta. Pero a los pocos días reapareció para asombro de correligionarios y detractores, haciendo aún más grande su leyenda. El sueño democrático y republicano de "La Rulla" fue alcanzado en 1931, pero fue un espejismo. Murió en València en plena posguerra, y sus hijos, cuyos nombres -Progreso y Garibaldi- no dejan lugar a dudas sobre la militancia familiar, lucharon a favor de la República y fueron represaliados por el franquismo.
Una vida azarosa que bien merecería un documental, pero que de momento podemos recordar a través de esta calle, que, desde hace un par de años, lleva rotulado su nombre en el pequeño barrio de les Barraques de Lluna.
