Los chaletitos de la calle Peris Brell
La popular calle dedicada al pintor valenciano Julio Peris Brell, en el barrio de la Conserva, aún mantiene los casi centenarios chaletitos que confieren un aire singular a esta zona de la ciudad

'Callejeando': Los chaletitos de la calle Peris Brell (29/01/2024)
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València
Hace unos meses, cuando hablamos de la calle de Múñiz y H. de Alba, ya abordamos la historia urbana de los barrios que jalonan la avenida del Puerto, y en concreto, de la zona que en su día estaba enmarcada por la senda de Albors y la alquería de la Campaneta al norte, al este por el barrio de la Conserva, al sur con la avenida del Puerto, y al oeste con la calle de los Leones.
Esta gran parcela era propiedad de dos socios: Carlos Hernández de Alba, concejal del Ayuntamiento de València y miembro de la Unión Patriótica durante la dictadura de Primo de Rivera, y Vicente Muñiz Gómez, funcionario de Hacienda. Ambos crearon en los años 20 del siglo pasado una razón social que llevaba por nombre Muñiz y H. de Alba, de la que Muñiz era el gerente y Hernández de Alba, el presidente, y que se dedicaba a la importación de madera, materiales de construcción, calefacciones y carbones, entre otras muchas cosas.
Al calor de las leyes de casas baratas del período primorriverista, crearon en 1927 la Compañía de Edificaciones S.A, con el objetivo de construir y promover un grupo de viviendas colectivas en la parcela donde tenían su chalet y su empresa. El proyecto de 40 casas colectivas diseñado por el arquitecto Francisco Almenar fue construido en dos fases: la primera -con fachada a la mencionada calle de Muñiz y Hernández de Alba- contó con once viviendas de tres y cuatro alturas, de las que no queda ninguna en la actualidad. Mientras que en la segunda fase del proyecto se construyeron, a espaldas de las anteriores, otras 29 viviendas, también en hilera, pero con dos alturas, que milagrosamente han llegado en su mayoría a nuestros días, conocidas popularmente como los chaletitos de la calle Peris Brell, y que confieren al barrio un aire singular.
Durante su construcción, la fachada recaía a una calle sin nombre, perpendicular a la avenida del Puerto y paralela a la calle de los Leones, que oficialmente era denominada como calle en proyecto 30 bis. Hasta que en 1945 se acordó rotularla como calle de Peris Brell, en homenaje póstumo al pintor valenciano Julio Peris Brell que había fallecido pocos meses antes.
Julio Peris Brell (València, 1866 – 1944) nació en el barrio de Velluters, en la céntrica calle del Bany, en el seno de una familia burguesa de tradición liberal. Académicamente se formó en la Escuela de Bellas Artes de València y tuvo una estrecha relación con el círculo artístico y literario del momento, formado por los valencianos Pinazo, Verde, Agrasot o Benlliure, pero también con escritores como Pío Baroja con el que le unió una gran amistad. A finales del siglo XIX, Peris Brell es un asiduo de la vida cultural y artística de la ciudad, participa en numerosas exposiciones, actividades y encuentros, y entra a formar parte del Círculo de Bellas Artes, el Ateneo Científico y la Real Academia de Bellas Artes, de la que es elegido académico en 1928.
En cuanto a su obra, como muchos otros de la época, Peris Brell fue un seguidor fiel del luminismo de Sorolla, cuyo estudio en Madrid visitaba frecuentemente. Entre su temática predilecta encontramos bodegones, retratos, y sobre todo paisajes, paisajes puros, sencillos, costumbristas y en pequeño formato de las escenas y rincones más populares de la ciudad de València -barcas, barracas, mercados, etc.-, así como de preciosos pueblos costeros como Dénia, Xàbia o Altea, algunos de los cuales los podemos contemplar en el San Pío V o en el Museo de la Ciudad.