El viaje del Plus Ultra hasta la carrera de la Font de Sant Lluís

València

En la década de los años 20 del siglo pasado, en la periferia de la ciudad de València, proliferaron, impulsados por la ley de casas baratas, decenas de edificaciones dedicadas a vivienda social. Uno de estos conjuntos fue levantado por la Mutualidad Obrera Ferroviaria junto al camino de la Fuente de San Luís, en la conocida como partida de Saranyó, para dar cobijo a los empleados y obreros ferroviarios cooperativistas de dicha asociación.

El pequeño conjunto residencial, obra del arquitecto Mariano Peset Aleixandre -hermano del rector Peset e hijo del doctor Peset Cervera-, estaba formado por 18 viviendas de una planta dispuestas en hilera, enfrentadas 9 a 9, con jardín posterior, que configuraba entre medias una calle que daba acceso a todas las casas y comunicaba con la vía principal, en este caso la carrera de San Luís. Esta tipología de calles, casi privadas e ignoradas por el departamento de estadística del Ayuntamiento, eran en su mayoría denominadas por los mismos vecinos o por los representantes de la cooperativa con nombres de personajes ilustres del momento o relacionados con la construcción del barrio – promotores, constructores, etc.-. Pero en este caso la regla no se cumplió, y la calle central del nuevo barrio de la Mutualidad Obrera Ferroviaria fue rotulada con el nombre de Plus Ultra, un hidroavión, protagonista en aquellos años 20 de la primera gran hazaña aeronáutica de España.

El 22 de enero de 1926 partió de Palos de la Frontera (Huelva), el hidroavión Plus Ultra, la primera aeronave que realizó un vuelo entre España y Sudamérica, amerizando en Buenos Aires el 10 de febrero de ese mismo año. La expedición estaba capitaneada por el comandante Ramón Franco -hermano de Francisco Franco-, el capitán Julio Ruiz de Alda, el teniente Juan Manuel Durán y el sargento mecánico Pablo Rada; y su objetivo era, aparte de batir el récord del mundo de distancia por escalas, el de abrir una línea de correo rápido a través del Atlántico. El raid fue todo un éxito y los 10.270 kilómetros, divididos en siete etapas, se recorrieron en 59 horas. Los aviadores fueron recibidos en Buenos Aires como auténticos héroes y la noticia de la proeza causó una gran sensación en España. No había rincón donde no se hablase de la gesta del Plus Ultra y de sus cuatro valientes tripulantes, convertidos desde ese momento en auténticos ídolos de masas.

La repercusión del vuelo fue tal que su nombre fue rotulado en decenas de calles españolas, y hasta el famoso cantante Carlos Gardel le compuso un tango titulado “La gloria del águila”. Aquí, en València, fueron los vecinos de la cooperativa de casas baratas de la Mutualidad Obrera Ferroviaria los que pintaron, de forma espontánea, su nombre en la medianera que daba acceso al barrio: calle Plus Ultra. Una denominación que todavía perdura en la actualidad, pero una calle que, desvirtuada por el boom urbanístico de los años 60, ya nada tiene que ver con aquellas modestas pero espléndidas viviendas de hace un siglo.