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La calle del pintor Tuset, el “Veermer de Benicalap”

Salvador Tuset, discípulo predilecto de Sorolla, nació en el barrio del Carmen, pero, tras su boda, se instaló en Benicalap, donde dejó una profunda huella

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València

La calle del pintor Tuset, también rotulada como calle de Salvador Tusset, con doble 's' en el apellido, se encuentra en el ensanche norte del barrio de Benicalap, entre las avenidas de Burjassot y Ecuador. Esta zona se empezó a urbanizar a principios de la década de los años cincuenta, con la construcción del grupo de viviendas de casas baratas "Ramiro Ledesma", y la calle se rotuló en 1953 a petición del propio pleno del Ayuntamiento de València, en recuerdo del pintor Salvador Tuset Tuset, que fue vecino de Benicalap y murió, también allí, en diciembre de 1951.

Salvador Tuset y Tuset (València, 1883-1951), hijo de horneros, nació en el barrio del Carmen y a los 15 años ya estaba matriculado en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos, graduándose en 1903. Al finalizar sus estudios, con 20 años, se trasladó a Madrid, donde Sorolla le admitió como alumno, convirtiéndose desde entonces en su discípulo predilecto. Gracias a ello, ganó una pensión para estudiar en la Academia Española de Roma, coincidiendo allí con otros grandes artistas valencianos del momento, como Benlliure o Capuz. A su regreso se instaló en Benicalap, en una gran casa, luminosa y rodeada de huerta, propiedad de su familia política.

Fue allí donde Tuset pintó muchas de sus obras costumbristas, en las que se aprecia claramente la influencia del barroco holandés que acabó por darle el sobrenombre del "Veermer de Benicalap". Una de sus obras más conocidas la podemos ver en el techo del Salón de Cristal del Ayuntamiento de València, donde pintó al óleo en 1927 los tres plafones que representan la tierra, el mar y el cielo de la ciudad.

Salvador Tuset murió en 1951, y su huella fue tal que se le dedicó esta calle y se le dio su nombre al colegio del barrio. En 1973, el Colegio Oficial de Profesores de Dibujo decidió realizarle un homenaje erigiendo un busto en las Alameditas de Serranos, obra de su hija, Amparo Tuset, bajo la dirección del escultor Octavio Vicent. Y, como colofón, hace unas semanas fue presentada en el Museo Nacional de Cerámica la Fundación Tuset, que será la encargada de difundir y de velar por la obra de este gran pintor valenciano de entre siglos.

 

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