La calle de la Batalla del Salado
Un 30 de octubre pero de 1340, tuvo lugar la Batalla del Salado, una de las contiendas de la Reconquista mitificadas por el nacionalismo español que fue rotulada en una de las calles que forman el grupo de viviendas Carretera de Barcelona

Callejeando (30-10-2023): La calle de la Batalla del Salado
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València
En la década de los 40 del siglo pasado, en plena posguerra, la ciudad de València precisaba, al igual que en el resto de grandes ciudades del país, de una gran cantidad de viviendas para poder alojar al alud de familias que llegaban desde las zonas rurales y se asentaban en la ciudad en chabolas, muchas de ellas situadas en el cauce del Turia. Entre los grupos de viviendas sociales promovidos por el Ayuntamiento de València en aquellos años se encuentra el conocido como Grupo carretera de Barcelona, denominado así por encontrarse junto a la conocida entonces como carretera de Barcelona, actual avenida de la Constitución, en el cruce con las vías del trenet a la altura de la desaparecida estación de Marxalenes. O más popularmente como “Los Arquitos”, por ser este elemento arquitectónico característico de las entradas al conjunto. A pesar de tratarse de viviendas sociales, este conjunto residencial proyectado por el arquitecto Javier Goerlich contaba con una serie de comodidades y adelantos equiparables a cualquier vivienda moderna de la época. Consta de 348 viviendas distribuidas en 18 bloques perimetrales y 12 bloques internos, que generaban cuatro espacios urbanos, dos calles y dos plazas, que fueron denominadas con los nombres de diversas batallas mitificadas de la Reconquista: plaza de Covadonga, plaza de Roncesvalles, calle de las Navas de Tolosa y calle del Salado. Mientras que las calles perimetrales recibieron el nombre de dos batallas de la reciente Guerra Civil, Belchite y Brunete.
El franquismo, como llevaba haciendo el nacionalismo español desde el siglo XIX, tomó la mal denominada reconquista como paradigma de la identidad española y como la gran gesta nacional, equiparándola con la denominada por el régimen como Cruzada de Liberación, que había llevado a Franco -Don Pelayo- a acabar con los infieles – musulmanes en el siglo XIII o los rojos en el siglo XX- y a culminar la tarea de la unidad religiosa y política de la nación. Esta cosmovisión del nacionalcatolicismo de la posguerra impregnó todas las esferas de la sociedad, también, evidentemente, el espacio público y la toponimia. Por eso no es de extrañar que en el grupo de viviendas carretera de Barcelona se glorificara a las batallas de la Reconquista junto a las batallas de la reciente Guerra Civil.
En concreto, la batalla del Salado, que transcurrió un lunes 30 de octubre, pero de 1340, es considerada una de las mayores contiendas disputadas entre cristianos y musulmanes en la España medieval. Según las estimaciones más realistas, aquel 30 de octubre se reunieron a orillas del río Salado, en Tarifa, alrededor de 22.000 soldados portugueses y castellanos comandados por los reyes Alfonso IV de Portugal y Alfonso XI de Castilla, mientras que el ejército benimerín, último reino magrebí que trataría de invadir la península ibérica, triplicaba en numero a las huestes cristianas. La victoria de las fuerzas combinadas portuguesas y castellanas frenó el intento de una nueva invasión musulmana de la península, y fue por tanto decisiva para la recuperación cristiana de Europa, lo que le ha otorgado a esta lid el cariz de crucial de entre todas las que se libraron en aquellos años. Pasando a la historia como batalla del (río) Salado, y su nombre rotulado en centenares de calles de toda España.