La tibieza municipal ante la contaminación del aire

València

El pasado viernes me sorprendió el tono vehemente empleado por el concejal de movilidad Jesús Carbonell a la hora de referirse a la implantación de las zonas de bajas emisiones en València. Aseguró que sí, que implantarán esas zonas, pero que no se limitará la circulación de vehículos porque en ningún punto de València se superan los límites de contaminación del aire. Y es cierto, no se superan. El problema es que con esas palabras Carbonell lanza un mensaje de cierto conformismo. ¿Para qué reducir el tráfico motorizado y las emisiones de CO2 si no son un problema grave? Es como que el Ayuntamiento se contenta con un planteamiento de mínimos, como si le fuese suficiente con sacar un 5 raspado en calidad del aire, cuando deberíamos aspirar a sacar un 10. Creo sinceramente que el gobierno de nuestra ciudad debería ser en este asunto mucho más ambicioso, que debería dar pasos más valientes y decisivos dirigidos a lograr una ciudad mucho más descarbonizada.