"Me han partido la cara a puñetazos, me han sacado el aire del estómago a patadas y he sido víctima de agresiones sexuales"

València

Andrea Aladana es de Colombia, Loraine Morales de Cuba. Ambas son periodistas, con muchos años de trayectoria y con una historia común: se han visto obligadas a exiliarse de sus países por ejercer su profesión. Ahora están en Elche gracias a un programa de ayuda de la organización Reporteros Sin Fronteras para periodistas en peligro y forman parte de un proyecto piloto de la Universidad Miguel Hernández y el Ayuntamiento de Elche por el que vivirán en esta ciudad durante cuatro meses y compartiran su experiencia con los futuros profesionales de la comunicación.

En A Vivir CV hemos conversado con ellas para conocer también su historia y aprender el mensaje que lanzan a los futuros periodistas con los que hablan en la universidad: "es necesario que sepan que existan otras realidades, que el periodismo en Europa se practica desde la seguridad pero todo se puede perder, no lo tenemos garantizado para toda la vida".

El precio de investigar a fiscalía, ejército y policía en Colombia

Andrea Aldana ejerce desde hace más de 15 años en Colombia, centrada en el periodismo judicial o de investigación, concretamente, explica, "temas de conflicto armado o vulneración de los derechos humanos". A raíz de una investigación suya, en 2016 dejó su cargo el Fiscal de Medellín: "Ahí me quedó un enemigo" y ha tenido que salir de su país hasta en 3 ocasiones.

"Estuve investigando a la fiscalía, el ejército, la policía y una cosa es investigar ilegales y otra muy diferente es investigar legales que están haciendo cosas ilegales". Esta gente, añade, tiene el monopolio de las armas, la ley, la justicia y tu posición es muy vulnerable "si demuestras que están involucradas en la mafia de un país".

Las amenazas y coacciones a Andrea Aldana son difíciles de comprender desde nuestra posición europea, pero esta periodista detalla toda la violencia que ha sufrido de manera explícita: "A mi me han partido la cara a puñetazos, me han sacado el aire del estómago a patadas, he sido víctima de agresiones sexuales, he recibido amenazas directas al móvil, me han mandado muñecas descuartizadas a casa". Además, la presión se extendió a su familia: "Han amenazado con pistolas a mi familia de madrugada".

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"En Cuba los periodistas independientes vamos a la cárcel"

Loraine Morales también tuvo que dejar su Cuba natal para poder seguir ejerciendo su profesión. Lo hizo después del 11-J en 2021, cuando la población de su país salió a la calle no sólo para pedir alimentos o bienes, sino también libertad. "Ahí fue donde todo se agudizó con la prensa", dice, "visibilizamos lo que el gobierno de Cuba no quiere que se vea en el resto del mundo".

Morales ha contado en A Vivir CV que la presión en su país no recae sólo sobre una persona, sino en toda la profesión y toda la comunidad. "En Cuba el periodismo independiente no puede existir, está perseguido y es delito. Estás a expensas de ser procesado penalmente por mercenarismo y acabas en la cárcel". Respecto a la presiones, Morales cuenta como los periodistas independientes sufren primero un proceso de desprestigio, de liquidación moral pero la presión llega al punto también de sufrir "actos de repudio". "Un conjunto de vecinos y personas de las instituciones va a tu casa y te hacen un acto de repudio, te insultan e incluso en ocasiones llegan a la violencia física".

Si alguna vez ha pensado en arrojar la toalla y dejar el periodismo, Loraine Morales lo tiene claro: "¿quién contará al resto del mundo lo que pasa en Cuba? ¿Quién dará luz a las violaciones de los derechos humanos que están ocurriendo y defenderá a quienes no tienen quien les defienda?".

En el audio de la noticia puedes escuchar la conversación completa con estas dos periodistas en A Vivir CV.