Duro revés para el Paidos Mar Dénia en Murcia (7-2)
Tiempo muerto del Paidos Mar Dénia. / Javi Zamora
Dénia
El equipo del Paidos Mar Dénia-F. Fernández Luna sufrió un duro revés en su visita a la pista murciana del Vistalegre, al caer por 7 a 2 en un partido en el una vez más, esta temporada, la segunda mitad fue caótica.
Al igual que en muchas ocasiones del presente curso, los chicos de Paco Pastor supieron tener la templanza suficiente para aguantar el empuje de los locales en el primer tramo del encuentro. Ambos contendientes fueron conscientes de lo mucho que se jugaban y es por ello que su principal premisa fue la de no encajar goles.
En el primer tercio del cuarto, los colegiales realizaron un estupendo trabajo defensivo, esto propició que no pasarán agobios. En ataque, siempre que pudieron intentaron llegar con peligro sobre el marco local. En el minuto 11, la falta de entendimiento entre defensa y portero provocó que el balón se quedase en pies de un atacante local, que no desaprovechó el regalo para marcar el 1 a 0.
Hasta llegar al descanso el ritmo de juego fue el mismo, mayor posesión de los locales y entrega total en defensa de los dianenses que consiguieron irse al descanso con el 1 a 0, en el marcador por lo que estaban dentro del partido.
Después de pasar por vestuarios, el Paidos Dénia salió con un poco más de mordiente atacante. Buscó el tanto de la igualada subiendo su línea de presión. Estar por detrás en el marcador y conscientes de que una derrota no servía provocó cierta ansiedad en los colegiales.
En el minuto comenzó la hecatombe para los dianenses que, en apenas un minuto, encajaron 2 goles que les dejaron muy tocados. Un duro golpe del que ya no pudieron reaccionar. En el minuto 31, llegó el 4 a 0 al señalarse un penalti al Paidos. Un minutos más tarde, David Llácer acortó diferencias al hacer el 4 a 1.
Restaban muchos minutos y Paco Pastor arriesgó colocando portero jugador, una nueva disposición táctica que lejos de mejorar el juego de los suyos lo que provocó fue el hundimiento total. Finalizó el choque con un marcador de 7 a 2 aunque en esta ocasión la diferencia fue lo de menos. El partido daba igual perderlo de uno que de más goles, perder significa que las opciones de permanencia se alejan.
Los murcianos supieron jugar dentro y fuera de la pista, ya que desde la grada recibieron el máximo apoyo de una afición incondicional con los suyos. La presión ambiental dio resultado y en muchos momentos del choque fueron clave para que sus chicos ganasen el encuentro.
Ahora las fiestas falleras dejan una jornada de descanso para el conjunto dianense, que volverán a la competición el sábado 26 recibiendo, en casa, al colista Alcantarilla.
