El expresidente del Valencia CF, Pedro Cortés, niega en el juicio haber abusado de un menor canterano
Este jueves se ha celebrado a puerta cerrada el juicio en la Ciudad de la Justicia de València
Valencia
El expresidente del Valencia CF y exdelegado de la sección española de fútbol ha negado este jueves haber realizado tocamientos a un menor canterano del club en el juicio celebrado en el Juzgado de lo Penal número 3 de València, a puerta cerrada.
Cortés se enfrenta a una pena de dos años de prisión, tal y como le reclama la Fiscalía, por un delito de abuso sexual sobre mayor de 16 años y menor de 18 años, una calificación que ha mantenido en la vista, al igual que la acusación particular.
Por contra, la defensa sostiene que se trata de un delito que está destipificado por la ley del 'solo sí es sí', por lo que confía en que la sentencia sea absolutoria, tras un juicio en el que Cortés "ha dicho todo lo que tenía que decir".
Así lo han indicado las distintas partes a los medios al finalizar el juicio, y tras el que el expresidente del Valencia se ha limitado a decir que está "muy tranquilo".
Un juzgado de Paterna abrió en noviembre de 2020 diligencias de investigación a raíz de la denuncia de un jugador de la cantera del Valencia CF contra Cortés por presuntos abusos sexuales. La familia denunció los hechos y el futbolista aportó entonces unos mensajes de Whatsapp para apoyar su versión.
Según señala la Fiscalía en su escrito de calificación provisional, los padres del joven, nacido en 2004, suscribieron un contrato de representación en el desarrollo de la actividad futbolística con una mercantil gestionada por el hijo del acusado.
Este hecho --siempre según el mismo escrito del ministerio público-- facilitó que Cortés tuviera contacto de manera habitual con el menor, con quien tenía una relación de confianza. El 22 de noviembre de 2020, el acusado invitó al menor a comer junto a su familia en un restaurante de València.
"Te voy a comer enterito"
En un momento dado, según recoge Fiscalía, durante la comida, Cortés, con ánimo libidinoso, se aproximó al oído al menor y le susurró "te voy a comer enterito". En el trayecto de vuelta a la Ciudad Deportiva, Cortés posó su mano derecha en el muslo izquierdo del menor, comenzó a hacerle masajes y llegó a colocarla en las partes íntimas del chico, que se la apartó.
La defensa, que ha planteado numerosas cuestiones previas durante el juicio, sostiene que la sentencia será absolutoria porque el tipo penal por el que se acusa a su cliente es el que modificado por la ley del 'solo sí es sí'.
Por contra, la acusación particular considera que ha quedado probado que hay prueba de cargo suficiente para una sentencia condenatoria y ha señalado que el expresidente del Valencia en fase de instrucción reconoció los Whatsapps enviados al menor y que esta parte los califica de "obscenos" más que "inapropiados" e "inadecuados".
Por este motivo, y aunque Cortés haya negado haber cometido tocamientos en el coche, entiende que existen "pruebas periféricas" que corroboran el testimonio del menor denunciante.