El área de conservación de la Generalitat salva por primera vez de la extinción a tres especies de plantas

València

El área de conservación del Servicio de Vida Silvestre y Red Natura 2000 de la Generalitat Valenciana ha conseguido recuperar tres especies de plantas amenazadas. Se trata de la Jara de Cartagena, la Silene Ifach y la Saladilla de Irta, esta última, por ejemplo, es la que se utiliza para los ramos de novia. Es la primera vez que se consigue salvar una especie en peligro de extinción. Los planes de recuperación de estas tres especies cuentan con la financiación de los fondos europeos FEADER.

Según Inmaculada Ferrando, técnica del área, para conseguirlo primero tuvieron que obtener el material de reproducción y, tras lograrlo, lo cultivaron, para después poder reintroducirlo en el medio.

En particular, para la Silene Ifach se ha alcanzado la cifra de 2.069 plantas en el medio natural, lo que supone más del 800% del objetivo marcado en el plan de recuperación; para la Saladilla de Irta el número total de plantas en campo es 1.212, más del 400%; y, para la Jara de Cartagena, el total de plantas en campo es 1.760, más de 700% de lo fijado. En 2022 finaliza el plazo de cinco años marcados en los planes de recuperación y se han alcanzado la totalidad de objetivos tanto temporales, como geográficos y poblacionales.

Para Pablo Ferrer, técnico también del área del Servicio de Vida Silvestre, este es "un hito importante" para la conservación de la flora valenciana y del resto del estado español. Tras conseguir salvar estas plantas, ahora pasan a estar en una categoría de "protección inferior, que es la de vulnerable". Tendrán que seguir trabajando con ellas, pero sin la preocupación de saber que están al borde de la desaparición.

Según explica el técnico de este servicio ubicado en el Centre per a la Investigació i l'Experimentació Forestal (CIEF), el trabajo que han desarrollado se puede aplicar a otras especies, pero para ello hace falta tener en cuenta tres aspectos: "Un buen material genético, una buena red de colaboradores y perder el miedo a trabajar en ambientes distintos o hacer cosas diferentes". Ferrer defiende que "no existen manuales de recuperación de especies y cada planta tiene su propia idiosincrasia".

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Ambos expertos coindicen en que el cambio climático hará que la lista de especies amenazas aumente. Por eso, tanto Ferrer como Ferrando subrayan que no se puede hacer una "conservación pasiva" porque "no se puede prescindir de ninguna especie". Ambos apuestan por aplicar todos los medios que haya disponibles.