Reglas de estrategia de marca con posicionamiento sólido (parte 2)
Retomamos el interesante tema del programa anterior y hablamos del universo de las marcas y la importancia de su gestión para hacerlas únicas
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Marketing con Fran Torreblanca en Hoy por Hoy Villena
13:00
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Villena
Refescamos los consejos o reglas que ya vimos en el programa anterior. Hablamos de unicidad, de especialización, de storytelling, de conocer el por qué, desencadenantes, disonancia cognitiva, dar protagonismo al cliente y no definirse contra un competidor.
Estos son los 8 consejos o reglas para la estrategia que nos quedaban por conocer:
9. Las marcas fuertes tienen su propio lenguaje Sin duda, este planteamiento es toda una aspiración. Y, por supuesto, una consecuencia es que ayuda como un buen punto de marketing de venta. La conversación con el consumidor se convierte en exclusiva e, inmediatamente, éste se ve obligado a identificarse o no con la marca.
Es como tener Paypal o no tenerlo. Como tener Bizum o no tenerlo. O te integras en ese lenguaje o, simplemente, estás fuera de él.
10. Hacer una apuesta de futuro
Tener una hipótesis sobre dónde estará el mundo en 2, 5 o 10 años y apostar por esa visión nos ayuda a tener presentes muchas cosas. Resolver un problema que existe hoy ignora por completo el hecho de que los consumidores son dinámicos y siempre están cambiando.
Las culturas, creencias y comportamientos están evolucionando más rápido que nunca. Por todo ello, la estrategia de marca debe mirar hacia el futuro, y lo que vemos allí debe servirnos en nuestro enfoque actual.
11. Adquirir riesgos es necesario
Si apostamos por una visión de futuro específica, como hemos hablado en el punto anterior, entonces estamos arriesgando. Hacer apuestas sobre el futuro debería ser arriesgado.
A las marcas clásicas les cuesta entender esto, por el miedo al cambio. Por ello, pierden cuota de mercado rápidamente, ya que ese modelo no funciona hoy. Por su parte, las marcas nuevas y emergentes deben ganar autoridad asumiendo riesgos audaces. Esto es especialmente evidente en el lujo, que es básicamente un ejercicio de pura estrategia de marca.
12. Forzar decisiones difíciles
Una buena estrategia de marca nos obligará, sí o sí, a tomar decisiones difíciles. Tener un punto de vista exclusivo significa que no le va a gustar a todo el mundo. También significa que presionaremos a nuestro público a asumir los potenciales cambios. Lo cierto es que, en la mayoría de las ocasiones, no hacerlo es el verdadero riesgo.
13. Crear tensión llama la atención
Todas las cosas que hemos visto en los puntos anteriores crean tensión. Esto tiene una consecuencia positiva: cautivan a la audiencia principal y mantienen a las audiencias secundarias al margen. Seth Godin lo explica de manera magistral: Diferentes narrativas de marca crean diferentes niveles de tensión y compromiso.
14. Empatizar con el cliente o usuario
Hoy en día ya es una obviedad. Exceso de oferte y exceso de información han comoditizado la empatía. Pero siguen habiendo marcas que no se enteran de esto. Debemos empatizar con el cliente o usuario si queremos descubrir los factores desencadenantes, los comportamientos y las creencias que subyacen a nuestra estrategia de marca. Suena obvio. Pero muchas marcas no lo hacen.
15. El alivio vence a la culpa. La recompensa vence al miedo
Siempre tendremos la opción de ser positivo o negativo en nuestra estrategia. Podemos narrar historias aterradoras o historias positivas enfocadas a un objetivo. Ninguna es intrínsecamente incorrecta, pero algunas funcionan mejor que otras.
Tristeza, calentamiento global, guerra: ¿por qué ninguna de estas narrativas funciona para conmover permanentemente a las personas? Porque están basados en la vergüenza e inspiran culpa. Crean un sentimiento que puede motivar a corto plazo, pero que la mayoría de las personas desea evitar y escapar a largo plazo.