El TM Benidorm firma tablas con el Ademar de León en un choque con final de infarto
El primer parón de selecciones llega en el mejor momento para los de Fernando Latorre tras el atracón de partidos en Asobal y Europa
El Ademar de León y el TM Benidorm empataron en su choque de Asobal
Benidorm
El primer parón liguero del año no podía llegar en mejor momento para un TM Benidorm que ha acumulado hasta cinco partidos en sólo dos semanas a consecuencia de esos compromisos continentales en los que los de Fernando Latorre conseguían el pase a la fase de grupos de la Liga Europa, pero que se sumaron a la ya de por sí exigente agenda liguera de los del Palau d’Esports.
Será ahora momento de reponer fuerzas, lamerse alguna que otra herida en forma de molestias y lesiones, y, sobre todo, disfrutar de un buen arranque que, aunque con la asignatura pendiente de mejorar como visitante, se ha cerrado con un empate en la cancha del Ademar de León que, precisamente por el cansancio acumulado por una plantilla muy justa para tantos partidos, tiene un sabor más dulce de lo que puede parecer a primera vista.
Los dos equipos llegaban a este importante choque empatados en la clasificación con los mismos seis, puntos, por lo que el empate a 32 goles final deja las cosas como estaban entre ellos. Una igualdad que fue especialmente palpable en la primera mitad, en la que el TM Benidorm fue el encargado de abrir el marcador, llevando una delantera casi siempre mínima combinada con fases de empate en el luminoso, antes de irse al vestuario con dos goles de desventaja.
Comenzada la segunda mitad, el marcador volvía a comprimirse, pero en ese momento aparecía la figura del portero local, Saeid Barkhordari, que en su primer partido de la temporada se convertiría en una figura determinante contra la que los benidormenses topaban una y otra vez.
La ventaja en el meridiano del segundo tiempo era de cinco goles para los locales (28-23). El partido entró entonces en un duelo en la lejanía entre los dos porteros. Ante el buen papel de Barkhordari, Roberto Rodríguez no quiso ser menos y encadenó varias paradas que, junto al acierto ofensivo, volvían a acercar al equipo a dos goles a falta de poco más de cinco minutos para la conclusión.
Las últimas acciones hubieran podido deparar cualquier cosa ya que, de nuevo con el empate establecido en el luminoso de la cancha leonesa, el TM Benidorm tenía bola para ganar, pero una discutida decisión en un rechace de la defensa provocaba la tarjeta roja a Lignieres y el lanzamiento de penalti para los leones por sabotaje.
El electrónico estaba finiquitado y era Roberto Rodríguez contra el mundo. El portero sevillano del TM Benidorm volvió a hacerse enorme, confirmando el gran estado de forma que ha venido evidenciando desde el arranque de la temporada, y detuvo esa pena máxima para salvar un punto en el último suspiro.
