El burro

Un día, mientras caminaba por el campo un burro se cayó en un pozo. Su dueño trató de sacarlo durante horas, pero le resultó imposible.

Cansado, el dueño decidió que el burro ya estaba viejo y el pozo tenía que ser tapado de todas formas; así que fue en busca de sus vecinos para que le ayudasen a tapar el pozo. El pobre burro no dejaba de llorar. Cada uno cogió una pala y empezaron a tirarle tierra al pozo.

Después de unas palas de tierra, el burro dejó de llorar. Pensando que ya estaba enterrado, el dueño se asomó al pozo y con gran sorpresa descubrió que el burro seguía vivo, que cada vez que le caía tierra se la sacudía y daba un paso encima de ella.

Siguieron echando tierra y pronto el burro llegó a la boca del pozo, se sacudió la tierra que le quedaba encima y siguió trotando por el campo.

La vida nos va echando tierra a menudo, demasiado a menudo, diría yo. Tenemos dos opciones, podemos quedarnos en el fondo del pozo lamentándonos y dejando que nos entierre, o podemos hacer como el burro, utilizar la tierra, es decir, los problemas que se nos presentan día a día como escalón. El truco está en no darnos por vencidos, en intentar aprovechar lo que nos enseña cada problema.

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Leí estas 5 reglas para ser feliz y me gustaron, así que hoy las comparto con todos vosotros:

Libera tu corazón del odio.

Libera tu mente de las preocupaciones.

Simplifica tu vida.

Da más y espera menos.

Amá más... y

Sacúdete la tierra, porque en esta vida hay que ser solución, y no problema.

¡¡¡¡¡FELIZ VERANO!!!!!