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Wagner y Durero a poco más de dos horas de València

El vuelo directo a Nuremberg operado por Ryanair acerca al público valenciano la historia del músico y del pintor

El puente del verdugo sobre el río Pegnitz, uno de los rincones más bellos de Núremberg / Cadena SER

El puente del verdugo sobre el río Pegnitz, uno de los rincones más bellos de Núremberg

Es una de las novedades de esta temporada de verano en el aeropuerto de València: la puesta en marcha de la ruta Valencia-Núremberg. Con esta conexión son cinco las ciudades alemanas conectadas esta temporada con València gracias a la compañía aérea Ryanair.

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¿Qué es lo que le espera al visitante en Núremberg? Lo primero de todo, una ciudad monumental, cargada de historia y enormemente cosmopolita y creativa. Sus 500.000 habitantes permiten que sea una ciudad con una red de metro eficaz y acoger a las principales marcas de moda. También están instaladas en los alrededores de la ciudad grandes multinacionales, como Siemens.

Al margen de tiendas, tecnología y restaurantes de moda, como el de Alexander Hermann, Núremberg es ante todo historia. Las calles del centro histórico, buena parte de él amurallado, destilan historias por los cuatro costados. Historias relacionadas con sus orígenes, que la sitúan por el año 1050, con su esplendor imperial durante la edad media, o con la revolución industrial en el siglo 19.

Los rincones más bellos del casco antiguo los proporciona el río Pegnitz, que hace que algunas de sus calles, sobre todo las más antiguas, tengan forma de canal con puentes y con algunas cuestas pequeñas. También su doble muralla, fundamental para repeler los cientos de ataques que la ciudad recibió durante siglos. Son contadas las veces que la ciudad tuvo que claudicar para dejar entrar a su enemigo.

No fueron precisamente los ataques por tierra los que resultaron más destructivos para la ciudad. Los ataques más determinantes fueron los que llegaron por aire en la Segunda Guerra Mundial. El bombardeo aéreo por parte de los Aliados dejaron el centro de la ciudad en ruinas.

Y es que, por su importancia en el Sacro Imperio Romano Germánico y por su significado histórico-cultural en el germanismo, Adolf Hitler eligió Núremberg como sede para los congresos del Partido Nazi. Por esa razón los Aliados decidieron destruirla por completo. Por fortuna, los habitantes de la ciudad se organizaron décadas después para reconstruir la ciudad y hacerla lo más fiel posible a sus orígenes.

Una muestra del horror de la guerra lo encontramos en algunos de los túneles de salvación excavados bajo la ciudad y que, durante los bombardeos aéreos, sirvieron para evacuar a la población hasta las galerías excavadas en el subsuelo de Núremberg donde se estuvo fabricando cerveza durante siglos y siglos.

Precisamente la cerveza es uno de los productos más tradicionales de Núremberg y en general de Franconia, la región a la que pertenece. Tradicional es también el mercado navideño que se instala en una de las plazas más bulliciosas de la ciudad. Es el más grande de Europa.

Una gran reproducción del último autorretrato de Durero da la bienvenida al visitante de la casa museo del pintor

Una gran reproducción del último autorretrato de Durero da la bienvenida al visitante de la casa museo del pintor / Cadena SER

Una gran reproducción del último autorretrato de Durero da la bienvenida al visitante de la casa museo del pintor

Una gran reproducción del último autorretrato de Durero da la bienvenida al visitante de la casa museo del pintor / Cadena SER

La oferta cultural de Núremberg es muy completa. Podemos encontrar museos con interesantes colecciones de arte, sobre el ferrocarril (la primera línea ferroviaria de Alemania se puso en marcha aquí), o sobre el diseño. Pero sin duda los lugares con mayor simbolismo histórico son dos: la casa de Alberto Durero y el memorial de los juicios de Núremberg.

En la primera encontramos podemos adentrarnos en la vida del célebre pintor nacido en esta ciudad alemana recorriendo la casa donde él trabajó y vivió sus últimas décadas. Por otro lado, la Sala 600 del Palacio de Justicia de Núremberg (que sigue operativa) fue escenario del proceso contra los líderes nazis y otros líderes de la causa. El lugar ofrece un retrospectiva muy completa de cómo fueron esos juicios, precedente de la actual Corte Penal Internacional con sede en La Haya.

La sala 600 del palacio de justicia de Núremberg, acogió el proceso contra los nazis tras la Segunda Guerra Mundial

La sala 600 del palacio de justicia de Núremberg, acogió el proceso contra los nazis tras la Segunda Guerra Mundial / Cadena SER

La sala 600 del palacio de justicia de Núremberg, acogió el proceso contra los nazis tras la Segunda Guerra Mundial

La sala 600 del palacio de justicia de Núremberg, acogió el proceso contra los nazis tras la Segunda Guerra Mundial / Cadena SER

Bayreuth, una 'joya' en el centro de Alemania

A menos de una hora en coche de Núremberg (también se puede llegar en tren), se encuentra la ciudad de Bayreuth, una localidad que alberga tesoros y rincones poco conocidos pero muy recomendables para visitar.

Con sus casi 80.000 habitantes, la historia de Bayreuth está estrechamente ligada a dos nombres propios, el del músico y compositor Richard Wagner y el de la margravina Guillermina, princesa de Prusia.

De enormes inquietudes culturales, Guillermina, hermana favorita del rey Federico II El Grande, fue obligada a abandonar la corte de Berlín para casarse con el margrave (marqués) Federico de Brandeburgo-Bayreuth. En su nuevo lugar de residencia la princesa promovió a partir de 1735 la construcción de edificios de inspiración versallesca, como los jardines artísticos del Emiratage, o la Ópera del Margrave, uno de los secretos mejor guardados de Bayreuth.

La Ópera del Margrave de Bayreuth es Patrimonio de la Humanidad desde 2012

La Ópera del Margrave de Bayreuth es Patrimonio de la Humanidad desde 2012 / Cadena SER

La Ópera del Margrave de Bayreuth es Patrimonio de la Humanidad desde 2012

La Ópera del Margrave de Bayreuth es Patrimonio de la Humanidad desde 2012 / Cadena SER

La Ópera es uno de los teatros barrocos más bellos de Europa. Se construyó en un tiempo récord, cuatro años. La caja escénica, de enorme profundidad, está decorada al estilo rococó, al igual que los palcos del patio de butacas, dotando al conjunto de una enorme belleza. Tal es así que la UNESCO decidió en 2012 declarar el edificio Patrimonio de la Humanidad.

La Ópera del Margrave está estrechamente relacionada con el otro nombre propio, el de Richard Wagner. En 1870 el compositor alemán fue invitado a visitar el edificio para explorar la posibilidad de que estrenara allí alguna de sus obras. Al músico no le gustó nada la decoración recargada. Las autoridades alemanas lo convencieron con la promesa de levantar un nuevo teatro sobre una colina y cuya construcción el propio compositor supervisó.

Así nació el Teatro del Festival de Bayreuth, donde se estrenó la saga de 'El anillo del nibelungo' y que cada verano desde 1874 y hasta hoy acoge la interpretación de las óperas wagnerianas. El músico alemán se instaló definitivamente en Bayreuth y allí está enterrado, en los jardines de su última residencia, convertida hoy en museo.

Los restos de Richad Wagner descansan junto a la que fue su última residencia en Bayreuth

Los restos de Richad Wagner descansan junto a la que fue su última residencia en Bayreuth / cadena SER

Los restos de Richad Wagner descansan junto a la que fue su última residencia en Bayreuth

Los restos de Richad Wagner descansan junto a la que fue su última residencia en Bayreuth / cadena SER

Pero Bayreuth es mucho más que construcciones versallescas y wagnerianas. La Universidad de Erlangen, fundada por la princesa Guillermina, le confiere a la localidad un ambiente creativo y sobre todo joven. Muestra de ello es la fiesta de la ciudadanía que se celebra el primer fin de semana de julio y que llena numerosos rincones de las calles del centro histórico de música en directo.

Y otro elemento característico de Bayreuth es su cerveza. El distrito de Bayreuth tiene la mayor densidad de fábricas de cerveza del mundo. Una de las que más tradición tiene es Maisel's, que ha convertido su antiguo complejo fabril en museo, restaurante y un moderno hotel cuyas habitaciones han sido decoradas por artistas urbanos internacionales, entre ellos el español Okuda, autor de la falla municipal de València de 2018.

 
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