Conselleria y Puerto de Alicante garantizan "el fin de las molestias a los vecinos" con la nave cerrada que funcionará desde julio

Alicante

La terminal cerrada para graneles del Puerto de Alicante estará a pleno rendimiento en el mes de julio, según ha anunciado la consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà, tras visitar la fase final de la construcción de las naves de graneles.

De esta forma la carga y descarga de material pulverulento se realizará desde la rentabilidad, pero sin generar impacto alguno ni medioambiental ni en la salud de los vecinos, ha dicho la consellera.

Asegura que cualquier otra actividad que se manipule, como la biomasa, será "complementaria y sin ningún efecto nocivo", y por eso no tiene que haber ya "motivos de intranquilidad" entre los residentes de la zona.

Mollà, que ha recorrido la terminal, junto al director general de Calidad y Educación Ambiental, Joan Piquer, el presidente del Puerto de Alicante, Julián López, y una delegación de la empresa constructora Eiffage, afirma que con esta nave, que empezará a hacer pruebas en vacío desde el próximo mes de junio, se evitará la dispersión de material pulverulento en el exterior y se podrá mantener la sostenibilidad del puerto.

Por su parte, el presidente del Puerto ha elogiado la puesta en marcha de esta nave automatizada tras "muchos años de esfuerzo para definir el tipo de graneles que pueden generar efectos para la salud".

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Y preguntado sobre la reforma de la dársena interior del puerto y las quejas del Club de Regatas para la actividad de clubs como el de remo, admite López que falta por licitar ese tramo para cerrar la "plaza en torno a la dársena interior", pero que han presentado un borrador al club y que son "cuestiones técnicas fáciles de resolver".

La nave cuenta con una superficie de unos 14.000 metros y una altura de 26 metros, un espacio que albergará la maquinaria necesaria para el depósito, la carga y descarga de los graneles sólidos. Ha sido llevada a cabo por el grupo Eiffage.

Cuenta con un sistema de aspiración-depresión y filtración en las naves, descarga de camiones en zonas cubiertas, movimiento de materiales en cintas transportadoras cerradas, limitación de velocidad para los camiones y el lavado de ruedas, entre otras mejoras que la convierten en una "combinación perfecta" entre la atención a una demanda vecinal y la actividad económica.