El Ecosistema de las cunetas
Una parte ignorada de nuestro patrimonio ecológico, que contribuye a la conexión de espacios rurales y silvestres

Nuestra naturaleza: El Ecosistema de las cunetas
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Colmenar Viejo
En España tenemos 166.003 km de vías. Si contamos unos 2 m de cuneta por sentido, representan 664.012 km2 de superficie, unas 66.000 hectáreas
Las cunetas representan un ecosistema particular, porque reciben el agua evacuada por la calzada, de modo que son más húmedas que su entorno, así como el agua de escorrentía de lluvia. Tienen características microtopográficas muy diversas. Suelen ser algo menos elevadas que aquellas, por lo que reciben un mayor aporte de humedad, al recolectar el agua de escorrentía y profundidades variables, que crean condiciones ambientales muy variadas en términos de orientación, inclinación, horas de exposición solar, etc. Y por lo general, no se tratan sistemáticamente con herbicidas, pesticidas, etc.
Por ello, las cunetas son especialmente propicias a la diversidad. Aunque nos sorprenda, albergan y propician mucha vida. Constituyen corredores biológicos para especies animales (anfibios, roedores, etc.) y vegetales (propagación de semillas a lo largo de las cunetas por la escorrentía, propagación de las mismas en sus alrededores por el viento y la fauna.
Así, las cunetas son una parte considerable pero ignorada de nuestro patrimonio ecológico, que contribuye a la conexión de espacios rurales y silvestres y a la conservación de las especies al evitar la endogamia forzada por la fragmentación del espacio disponible para ellas.
Las cunetas son una parte importante de nuestro entorno y tenemos la responsabilidad de protegerlas y cuidarlas para potenciar su función de propiciar al biodiversidad, reducir los ruidos y la contaminación y combatir los efectos más peligrosos del cambio climático.