La declaración de Luceño da un vuelco procesal al ‘caso mascarillas’: el Ayuntamiento de Madrid le pidió ayuda y se aleja el delito de estafa

Madrid

La Audiencia Provincial de Madrid ha celebrado este miércoles la última jornada del juicio por el conocido como “Caso Mascarillas”, la supuesta estafa al Ayuntamiento de Madrid en la venta de material sanitario durante las semanas más dramáticas de la pandemia en 2020. Después del aristócrata Luis Medina, hoy ha sido el turno del Alberto Luceño, el otro empresario investigado en la causa por haberse embolsado una comisión de seis millones de euros en la operación.

La declaración de Alberto Luceño supone un vuelco procesal después de varias jornadas de juicio. Según ha explicado, fue el Ayuntamiento de la capital quien le pidió “ayuda”. Fue, en concreto, Elena Collado, la responsable designada por el Gobierno municipal para gestionar las compras de material sanitario en aquel momento, quien le reclamó que no la dejara “sola”. Luceño ha contado que habló por primera vez con ella la noche del 22 de marzo de 2020, porque su socio Luis Medina le había dado el teléfono el día anterior.

La conversación duró unos diez minutos y él preguntó a Collado qué necesitaba y ésta le expuso que tenía una “necesidad imperiosa de material sanitario”. El empresario explicó entonces que tenía experiencia de cuatro años de trabajo en China y que sabía cómo conseguirlo. “Fue ella la que me llamó para pedirme ayuda. Me dijo: Alberto no sé de este negocio, por favor ayúdame, no me dejes sola... no se leer facturas", ha detallado Luceño. Ha matizado después: "Yo no voy ofreciendo un producto; es ella la que me manda un cuadro de suministros con 37 artículos y yo le digo que vamos a intentar ser rentables y conseguir los productos que más necesite la sociedad", que serían tres, aunque ella le dijo inicialmente que quería "todos".

Ha reconocido que en ese momento no le dijo a Collado expresamente que lo que quería era ayudar, pero que "evidentemente quería ayudar" entre otras cosas porque tiene familiares sanitarios. Luceño ha asegurado que él solo ejerció como “transmisor de información” entre vendedor y comprador y que ambas partes acordaron unos precios sin que él supiera en ese momento la cuantía de la comisión que iba a cobrar después.