Dudas sobre el flujo vaginal en la mujer
Las variaciones en esta secreción responden al momento del ciclo, lactancia, menopausia o a la excitación sexual
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Entrevistamos a Mirian Sobrino, sexóloga y matrona en atención primaria de la Comunidad de Madrid.
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Fuenlabrada
“Todas las mujeres, con independencia de su edad, momento vital o tipo de actividad sexual, han percibido alguna vez la presencia de en sus genitales de un fluido natural llamado flujo vaginal”, recuerda Mirian Sobrino, sexóloga y matrona en atención primaria de la Comunidad de Madrid.
Este fluido está compuesto por “células del cérvix y la vagina, bacterias, moco y agua, y responde a dos tipos de secreción”; “por un lado, una secreción del cuello del útero cuya producción está vinculada a los estrógenos” y por eso Sobrino explica que “en situaciones con bajos niveles de estrógenos como en la menopausia, la lactancia o el inicio y final de la regla se tiene menos secreción vaginal. Por el contrario, en los días cercanos a la ovulación, debido al aumento en los niveles de estrógeno, la lubricación y sensación de humedad es mayor”.
Por otro lado, parte de esa secreción se vincula a la excitación sexual. “Durante la misma se produce un aumento en el flujo de sangre que llega a los genitales, produciendo una hinchazón de los vasos sanguíneos. Este aumento en la presión y el flujo de sangre causa la salida de fluido hacia la superficie de la pared vaginal. Intervienen en este proceso las glándulas de Bartolino y las glándulas de Skene. Es un proceso parecido a la sudoración, ya que estas glándulas responden al aumento del flujo sanguíneo y la temperatura en la zona genital”, detalla.
La lubricación vaginal tiene varias finalidades. “Una de ellas consiste en proteger la vagina y mantenerla a salvo de infecciones. Por otro lado, facilita algunas prácticas sexuales”.
La falta de estrógenos es la causa más frecuente de sequedad vaginal y por ello algunos anticonceptivos también son responsables de ella. “La diabetes y ciertos medicamentos como los antidepresivos o antihistamínicos para las alergias también se relacionan con una menor lubricación vaginal”, asegura.
Para paliar las posibles molestias de la sequedad vaginal estarían “identificar qué hábitos o momentos vitales está influenciando los cambios sobre nuestra lubricación”; “beber suficiente agua”, “consumir una dieta rica en ácidos grasos omega-3, como los que se encuentran en el pescado, las nueces y las semillas”, y recordar que algunos productos de higiene íntima, “duchas vaginales y jabones perfumados”, pueden alterar el equilibrio natural de la vagina y reducir la lubricación.