El efecto ancla o cómo la primera información que recibimos condiciona nuestras decisiones
Desde el precio de un producto hasta la impresión que nos causa una persona, este sesgo cognitivo influye en nuestras percepciones sin que nos demos cuenta

Espacio de Comunicación: El efecto ancla o cómo la primera información que recibimos condiciona nuestras decisiones
11:35
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Alcobendas
El efecto ancla es un sesgo cognitivo que influye en nuestra toma de decisiones al hacer que la primera información que recibimos sobre algo tenga un peso desproporcionado en nuestras valoraciones posteriores. Este fenómeno es tan poderoso que puede afectar nuestras percepciones en múltiples aspectos de la vida cotidiana, desde nuestras compras hasta nuestras interacciones sociales y negociaciones.
Por ejemplo, imagina que un amigo te recomienda una película asegurando que es "la mejor que ha visto en años". Cuando entras al cine, tu expectativa ya está condicionada por esa afirmación, lo que puede llevarte a interpretar la película de manera más positiva de lo que lo harías si no hubieras recibido esa información previa. Del mismo modo, cuando vemos un producto rebajado a la mitad de precio, tendemos a pensar automáticamente que estamos ante una gran oferta, incluso si el precio final sigue siendo elevado. La referencia inicial –el precio original, en este caso– nos sirve como "ancla", influyendo en nuestra percepción del valor del producto.
Este sesgo no solo afecta el consumo, sino también las negociaciones y la forma en que juzgamos a las personas. En el ámbito de las ventas, por ejemplo, un vendedor puede comenzar mostrando un producto muy caro para que los siguientes parezcan más asequibles en comparación. En una negociación salarial, la primera oferta lanzada suele marcar el tono de la discusión, ya que la cifra inicial establece un marco de referencia que influirá en el resultado final. Incluso en el ámbito social, las primeras impresiones pueden convertirse en "anclas" que determinan cómo percibimos a alguien a largo plazo, haciendo que sea difícil cambiar nuestra opinión sobre esa persona con el tiempo.
El efecto ancla es una prueba de cómo nuestra mente no siempre es completamente racional y cómo pequeños detalles pueden condicionar nuestras decisiones de maneras que ni siquiera notamos. Ser conscientes de este sesgo puede ayudarnos a tomar decisiones más informadas y a no dejarnos influenciar de manera automática por la primera información que recibimos.