Diego Velázquez, pintor de cámara de Felipe IV
Siendo muy joven Diego Velázquez consiguió el cargo de pintor de cámara de Felipe IV. Sin embargo, ese fue solo uno de los muchos cargos con que contó en la corte de entonces, convirtiéndose en uno de los “funcionarios” más importantes en la casa real
Nacho Ares nos cuenta curiosidades de Velázquez en Hoy por Hoy Madrid
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Madrid
Si por algo supo destacar Diego Velázquez en vida no fue solo por ser un extraordinario pintor, no vamos a descubrir nada nuevo a estas alturas de la película. Pero poco saben que era una persona locuaz y con unas habilidades sociales que pocos contemporáneos suyos tuvieron.
Nacido en Sevilla en 1599 desde muy pequeño mostró una faceta extraordinaria para la pintura. Esa fama es la que le llevo a Madrid buscando fortuna en la corte de los Austrias. Y vaya si lo consiguió. Poco a poco se fue acercando al monarca Felipe IV de la mano del conde-duque de Olivares para al final ser pintor de cámara del rey. Podríamos pensar que Velázquez era un trepa, sin embargo, fue todo lo contrario. Su trabajo, basado en la entereza y en el tesón le llevaron muy lejos y podríamos decir que su faceta de pintor fue lo menos destacado en el palacio del monarca vallisoletano.
El pintor pluriempleado
Diego Velázquez además de pintor del rey desde el 6 de octubre de 1623 fue antes y después muchas cosas en la corte. Poco después es nombrado ujier de cámara, supervisando el trabajo de los servidores del rey. Luego fue además alguacil de casa y corte, más tarde ayuda de guardarropa, escribano de repeso mayor e la corte, ayuda de cámara… También era marchante de arte, diríamos hoy, comprando los cuadros que el monarca deseaba para su palacio. Esto le permitió viajar por Italia a cuerpo de rey, nunca mejor dicho. Y finalmente llegó a ser aposentador mayor de palacio.
Como vemos, estamos ante una figura que va más allá de ser un pintor magistral sino que, además, era un magnífico gestor, economista, escribano y, en definitiva, todo lo que se le pusiera por delante.