Salud Pública reconoce ahora 41 intoxicados, 35 de ellos menores, en varios centros públicos de Torrelodones

Madrid

El informe epidemiológico semanal de la Comunidad de Madrid ha terminado por revelar que el impacto de la intoxicación alimentaria que se registró en la residencia infantil Nuestra Señora de Lourdes, que da servicio de comedor también a la escuela infantil El Tomillar, ambas en Torrelodones, es mucho mayor de lo que inicialmente reconoció el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso.

Ese documento recoge el resultado de la investigación que han realizado los técnicos de Salud Pública de dos brotes de gastroenteritis aguda, de origen alimentario, registrados en dos centros sociosanitarios de la Comunidad de Madrid. Dejan, de forma conjunta, 177 personas afectadas y 808 expuestas al patógeno.

Según un portavoz habitual de la Consejería de Sanidad, uno de esos brotes es el que ha afectado a los dos centros dependientes del Gobierno regional en Torrelodones –al compartir origen se contabiliza como un único brote-. Son esas fuentes las que elevan ahora la cifra de intoxicados en esta localidad del noroeste de la región a 41 personas, 35 de ellas menores de edad, aunque no han facilitado sus edades. El resto de afectados, más de un centenar, corresponden -según Sanidad- al otro brote detectado “en otro centro que no depende de la Comunidad de Madrid”, añaden desde el departamento que dirige Fátima Matute, y sobre el que de momento no ofrecen más datos.

Las nuevas cifras encajan mejor con la realidad que han trasladado estos días varios padres de la escuela infantil: “Han sido más de diez intoxicados y los síntomas han durado más de 24 horas”, denunciaba la madre de una bebé que asiste a la escuela infantil. “Solamente que yo conozca, hay una veintena”, lamentaba también otro progenitor, bajo condición de anonimato, y disconforme con la información ofrecida por la dirección de El Tomillar, que ha remitido a la Cadena SER a la información que ofrecía el Gobierno regional.

En todo momento, desde las Consejerías de Sanidad –responsable de la investigación epidemiológica- y Familia –al cargo del centro donde se originó el brote- informaron de solo diez afectados. Únicamente han elevado ese conteo, una vez publicado el informe epidemiológico el día 12, que recoge los datos recabados por Salud Pública hasta el día 10. Esta redacción preguntó al menos en seis ocasiones de forma escrita, y una más de forma verbal, entre el 5 y el 11 de noviembre, por la cifra de afectados y cualquier variación en esta. El Gobierno de Ayuso la mantuvo inalterable. Dos de esas cuestiones se enviaron el lunes 11, con la investigación epidemiológica ya concluida, y con la advertencia de que las cifras que ofrecía la Comunidad de Madrid no encajaban con la transmitida por los padres.

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El informe de Salud Pública confirma que el origen de la intoxicación está en el cocido que se elaboró el 31 de octubre en las cocinas de la residencia de menores Nuestra Señora de Lourdes. Los análisis de laboratorio concluyen que el agente que la provocó fue ‘Clostridium perfringens’, un microorganismo que se encuentra en el intestino de los seres humanos y de los animales domésticos, el suelo o en aguas contaminadas, según una guía práctica publicada por Sacyl, el servicio de salud de Castilla y León, para su prevención. “Su consumo –advierte- puede causar una enfermedad caracterizada por diarrea y dolor abdominal”.

Según las autoridades sanitarias castellanas y leonesas, las intoxicaciones por este patógeno “se deben a la supervivencia de esporas durante el cocinado de los alimentos (generalmente de origen cárnico) y a su posterior germinación y multiplicación hasta niveles suficientes debido a una refrigeración inadecuada (producida cuando los alimentos se mantienen durante un tiempo prolongado en el intervalo de 15 a 55ºC)”. Precisamente, desde el Gobierno de Ayuso apuntan como causa más probable de este brote a una rotura de la cadena de frío, tras la elaboración del cocido.