El cine por dentro : 'Una coach infantil necesita tener empatía y complicidad con los niños'

Madrid

"Creo que en mí, se dan varias circunstancias", afirma Fátima Baeza, "la primera que soy actriz - se licenció en la RESAD, se formó además en el prestigioso Estudio Corazza para la Actuación y también en el de Fernando Piernas. Después de completar su formación en Estados Unidos, trabajó en Hospital Central durante diez años, y tras varios proyectos, descubrió el coaching enfocado en los niños y los adolescentes "quizás también porque soy madre".

En Primera Toma Coach trabaja con menores y actores noveles en clases de interpretación y ante la cámara. Su objetivo es que los jóvenes actores lleguen bien preparados a rodar, con lo que ensaya y prepara sus personajes. En una segunda parte, en el momento de la actuación, ella también se encuentra en el set y está pendiente de sus evoluciones.

"Un rodaje es un entorno adulto, intento reducir las tensiones del trabajo"

"Soy una figura cuidadora, porque no hay más remedio, pero mi trabajo específico es el actoral". Asegura que después de diez años no cree que su labor sea tan complicada: "me tengo que adaptar, juego mucho, repito... Pero cuando los niños ya no son tan pequeños, en la mayoría de los casos, es sencillo. Hay algunos que ya son actores y que tienen una sensibilidad especial que todo lo capta. Por eso saben mantener su raccord emocional - la continuidad cinematográfica."

Fátima sabe que no es la directora de la película, pese a que trabaje con los actores-menores en los ensayos. Ella está entre los dos mundos: "tengo que dejarles muy abiertos para que el director o la directora de la película trabaje con ellos. Tienen que entender su papel, pero intento que pese a que repetimos mucho, no pierdan su frescura, que es lo más bonito que poseen".

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"En 'Padre no hay más que uno', los menores y yo hemos ido evolucionando juntos"

En los cinco rodajes de la película de Santiago Segura, Fátima ha estado presente desarrollando sus dotes de actriz-coach. "Cuando los niños eran más pequeños, había que estar más encima de ellos, para que se supieran el texto, para que no se desconcentraran y mantuvieran la energía. Por ejemplo había que buscar estrategias si queríamos que se dieran contra la pared. Sin embargo, desde el principio, he visto que eran unos actorazos que entienden muy bien la comedia y eran enriquecedor verles aprender tan rápido, " y añade "claro que a veces se trababan, pero a los adultos también les pasa".

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