Estudiantes de Fuenlabrada explican a otros alumnos como era la vida de la mujer en campos nazis a través de una exposición

Fuenlabrada

A Manuel Granjo y a Lola García, alumnos de 4º de la ESO del CEIPS Moncayo de Fuenlabrada, el conocer más cosas sobre lo que fue y cómo fue el Holocausto, no sólo les ha impactado, sino que les ha enriquecido como personas y les ha abierto las ganas de explicarlo a otros compañeros, según cuenta Manuel. Y es que, si preguntáramos a muchos jóvenes en qué consistió esta parte negra de la Historia de la Humanidad, muchos no sabrían qué decir, reconoce Lola. Por eso, ellos y cinco compañeros se animaron a participar en la iniciativa de su colegio para acercar esta parte de la Historia hasta el centro por segundo año. Todo comenzó el curso pasado, y éste continúa, pero poniendo el foco en algo menos conocido como entrar es hablar sobre la vida cotidiana de las mujeres en los campos de concentración nazis.

La muestra ha sido cedida por la Asociación Yad Washem España, Centro Mundial de la Conmemoración de la Shoá, que también se ha encargado de formar, fuera de su horario escolar, a los alumnos, para que a su vez ellos puedan hacer de guías explicativos de la muestra y aunque es itinerante, el fuenlabreño es el primer centro en mostrarla desde este lunes 15 de enero.

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Manuel y Lola, acompañados de su profesor Jesús Saiz, han visitado los estudios de SER Madrid Sur para contarnos su experiencia. Los dos coinciden en que conociendo más de cerca lo que pasó nos podemos dar cuenta de que ante las grandes cifras no hay que perder la individualidad. Unos seis millones de judíos, además de personas de otras etnias, fueron víctimas de este horror, “estamos hablando de personas con nombres propios, historias personales y familia, no hay que olvidarlo”, subrayan.

La exposición

En la exposición se habla de las mujeres en los guetos y en los campos de concentración. Cómo fue su resistencia, el cuidado de su feminidad, cómo se organizaba la alimentación, de qué manera consiguieron mantener, de alguna forma, la creatividad, cómo se vivía ser madre en esas condiciones o ejemplos de apoyo y solidaridad entre ellas. “Hablamos de la mujer, una perspectiva que no se suele dar. Enfocada a la creatividad, al amor, la amistad, por ejemplo la historia de una chica que consiguió seguir comunicándose con sus amigas por carta, estando en Auschwitz con sus amigas. También se habla de feminidad y maternidad...”, cuenta Manuel. Lola cuenta como para tener ropa interior muchas mujeres cambiaban alimentos por agujas, hilo u otros materiales. “Con un cristal cortaban la tela para hacerse un sujetador, por ejemplo”.

Ella explica cómo a los compañeros de 11 ó 12 años es a los que más les impacta. Con esa edad “saben que hubo una Segunda Guerra Mundial pero no se han metido tanto en el tema. No creo que sea fácil saber que niños como ellos han tenido que entrar en campos de concentración, separándose de las familias, trabajando en estos campos. Es Historia y hay que conocerla, aunque es un tema duro”, afirma.

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Su profesor, Jesús Sáiz, resalta el carácter didáctico de la iniciativa, máxime cuando cada vez surgen más voces que lo ponen en duda, recuerda. “Este proceso de aprendizaje es educativo. Estudiarlo para que no se vuelva a reproducir. También es importante porque hoy en día hay elementos negacionistas que a algunos nos asustan”.

Al centro también ha acudido supervivientes del Holocausto que han ofrecido charlas aportando su experiencia. La muestra está dirigida a los estudiantes del colegio, aunque también habrá visitas de las familias, “porque queremos hacer comunidad”.