Karina: "Soy una mujer trabajadora que ha ido siempre con el corazón abierto y la verdad por delante"

Madrid

A Maribel Llaudes siempre le gustó la música. De hecho, estudió piano y solfeo, y siempre había escuchado cantar a su madre. Con solo 13 años se trasladó a Madrid desde su Jaén natal, junto con sus padres y sus dos hermanos mayores. Ella siempre creyó que iba a ser una mudanza temporal, y que con el tiempo volverían a su casa de siempre. Pero la mudanza se hizo definitiva.

La radio, y sus programas de música en directo, le ofrecieron la oportunidad en bandeja. Maribel buscó la oportunidad de cantar ante los micrófonos con partitura y orquesta en directo, y ahí empezó todo, como nos ha contado ella misma en el programa Hoy por Hoy Madrid.

En sus primeras grabaciones Karina todavía aparecía como Maribel Llaudes. Fue el cantante y showman Torrebruno quien, al verla en la casa de discos Hispavox, a la que la joven había acudido para hacer unas pruebas, se dirigió a ella como "carina" (linda, en italiano). La compañía vio en ese apelativo un magnífico nombre artístico para Maribel Llaudes. Eso sí: escribiéndolo con "K". Así nacía una estrella, y un nuevo nombre para el panorama musical español.

El camino al éxito

Maribel, o Karina, contó con dos apoyos importantes dentro de su familia. Uno de ellos fue su hermano Paco, que llegó a ser su mánager, y la otra fue su madre que, aunque no compartía de buen grado que su hija pequeña se dedicara al mundo de la canción, en el fondo sí lo aprobaba. Otra cosa era su padre, que no lo aceptó y que se negó a ver a su hija actuando en televisión hasta que su carrera ya estuvo consolidada.

A mediados de los años sesenta llegan sus primeros éxitos, dentro y fuera de nuestro país, con canciones como "Puff", "Dile" o "Concierto para enamorados". Antes de 1968, Karina ya era una artista totalmente consolidada, y ya había grabado las canciones con la que se la recuerda generación tras generación: "Romeo y Julieta", "La fiesta", "Las flechas del amor" o "El baúl de los recuerdos".

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Otro hito: Eurovisión

Con todos esos superventas en la maleta, Karina se presenta a la selección de "Pasaporte a Dublín", donde Televisión Española iba a elegir al representante de nuestro país en el Festival de Eurovisión de 1971. El público eligió a Karina que, con solo 25 años, se metió a los jurados internacionales en el bolsillo y consiguió un segundo puesto con la canción "En un mundo nuevo", después de haberse situado como ganadora durante la primera parte de las votaciones.

A Karina le gusta Eurovisión y sigue el Festival todos los años, aunque entiende que este espectáculo ya no tiene nada que ver con el de 1971.

Un jarro de agua fría

Después de Eurovisión, y en lo más alto de su exitosa carrera como cantante, Karina es citada por su discográfica, Hispavox, justo cuando le tocaba renovar el contrato en septiembre de 1978. La directiva había cambiado, y el nuevo director la recibe de pie y, sin siquiera invitarla a sentarse, le dice que la compañía se había planteado no renovar a 'horteritas', e inmediatamente después la invita a salir. La cantante, de 32 años, se queda helada, sin contrato y sin discográfica que respalde su carrera.

Pero el mazazo duró poco, y solo tres años después, Karina volvió a los escenarios con producción mexicana, y canciones que recordaban a las rancheras.

Yo soy Karina

Todos estos detalles de su vida, y muchos otros, son los que Karina cuenta en el montaje "Yo soy Karina", que llega al escenario del Teatro Bellas Artes de Madrid el 15 de enero de 2024. En la entrevista en Hoy por Hoy Madrid, ella misma ha dicho que "ha habido un poco de distorsión. Por eso quiero dejar a Karina en su sitio, a Maribel en su sitio... Porque una ya tiene muchos años, aunque espero estar por aquí dando la tabarra algunos años más. Pero quiero que quede claro que he sido una mujer trabajadora, que ha ido siempre con el corazón abierto, con la verdad por delante, y que no me ha movido ningún interés, nada más que mi profesión. Tengo que poner las cosas en su sitio, aunque tampoco quiero convencer a nadie. Pero me quedaré muy tranquila de dejar mi verdad en el escenario".