SER Henares entra al refugio antiaéreo de la Plaza de Cervantes

Alcalá de Henares

Son las 9:30 del martes, 19 de diciembre. Alcalá de Henares ha amanecido con los termómetros bajo cero y, poco a poco, la ciudad empieza a despertar del frío con los transeúntes buscando la acera iluminada por el sol. Estamos en el corazón de la ciudad, en la Plaza de Cervantes. Llegamos a la caseta de obra que se ha instalado junto al parterre más cercano a la concejalía de Hacienda. Ahí, al lado de esa caseta nos encontramos con una escalera que nos lleva, directamente, al pasado. Es el acceso al refugio antiaéreo construido en la Guerra Civil.

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En el yacimiento nos recibe Luis Antonio Ruiz Casero, Doctor en Historia por la UCM, arqueólogo por la Universidad de Alcalá de Henares y responsable de esta excavación que califica de “histórica” para la ciudad complutense. Bajamos por unas escaleras muy bien conservadas y nos topamos con una pared de ladrillo. En el momento en el que apareció esa pared, el equipo de arqueólogos supo que habían encontrado el refugio. Rompieron los ladrillos y se encontraron con un gran espacio diáfano, construido con antiguos sillares de la Iglesia de Santa María – incendiada en 1936 – y con un techo de hormigón. Estaban en el interior del refugio.

Allí se han encontrado todo tipo de objetos, desde latas de conserva hasta zapatos, que serán investigados y analizados en una segunda fase de este proyecto. El interior se encuentra en perfecto estado y llama la atención, tanto los respiraderos situados junto a la cubierta como los pozos que se extienden a lo largo del refugio. A la espera de determinar cuál era la capacidad máxima de este espacio, lo que sí han confirmado los historiadores y arqueólogos es que su construcción se inició en marzo de 1937 y terminó un año más tarde. Se trata de un refugio municipal que, en parte, fue costeado por el alcalaíno y presidente de la Segunda República, Manuel Azaña.

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