¡Fuera mocos! con la fisioterapia respiratoria pediátrica
¿Es posible ayudar a los pequeños a expulsar las secreciones o evitar llegar a temidas patologías causadas por infecciones?
Hablamos de Fisioterapia Pediátrica Respiratoria, con José María Benítez, profesional de Fisioterapia Alcobendas
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Alcobendas
El cambio de estación se ha hecho esperar, habiéndonos acompañado el calor y buenas temperaturas hasta hace poco. Pero ahora llega el frío, los cambios de ropa, diferencias drásticas de temperaturas y los ambientes escolares o de guardería acaban siendo caldo de cultivo para las principales infecciones respiratorias en los pequeños de la casa. Las temidas bronquiolitis, neumonía o bronquiectasia suelen ser temas recurrentes de conversación en padres durante estas fechas, causando miedos e incertidumbres. Pero, ¿es posible ayudar a los pequeños a expulsar las secreciones o evitar llegar a esas temidas patologías?
José María Benítez, de Fisioterapia Alcobendas, nos ayudará a resolver estas y otras muchas preguntas. La fisioterapia y, en concreto, la fisioterapia respiratoria pediátrica, ha evolucionado mucho en los últimos años para mejorar la calidad de vida de los pequeños y de su familia.
La fisioterapia respiratoria se basa en técnicas que ayudaran a lograr los objetivos anteriormente comentados. Dichas técnicas pueden ser instrumentales o no instrumentales, según se usen materiales coadyuvantes o las propias manos como medio de tratamiento. Se debe tener en cuenta también la colaboración del menor. En bebés, se usan por lo general técnicas no instrumentales pasivas debido a la evidente falta de colaboración. Estas técnicas se realizan sobre la piel, movilizando estructuras sin representar un peligro para el bebé. En niños, se pueden combinar técnicas no instrumentales o instrumentales de manera activa, pudiendo realizar juegos respiratorios para hacer las sesiones más amenas y divertidas.
Cualquier enfermedad que suponga una restricción u obstrucción en las vías aéreas es factible de tratarse mediante las técnicas anteriormente citadas. No obstante, destacan los evidentes beneficios en enfermedades neuromusculares, fibrosis quística, parálisis cerebral o enfermedades comunes en la infancia como la neumonía, bronquiolitis o bronquiectasia entre otras.