Las madres coraje de Fuenlabrada que luchan por normalizar la vida de sus hijos con trastorno autista

Fuenlabrada

Luisa Iglesias, Sandra Barragán, María Josa, Rocío Muñoz, son cuatro de las cinco mujeres de Fuenlabrada que componen Corazones de Colores. Madres de niños con autismo que se han propuesto sensibilizar, con talleres informativos, sobre este trastorno de la conducta en 16 colegios de Fuenlabrada y 2 de Humanes de Madrid. La intención es explicar a niños de 1º y 3º de Primaria cómo son los niños con TEA y que a su vez esta información pase a sus padres para “normalizar” la situación de estos menores en la sociedad.

Todo comenzó en el CEIP Miguel Hernández en un curso de acompañamiento para padres y madres de niños con TEA, a partir de ahí nació esta iniciativa en la que colaboran centros educativos y para la que han contado con todo el apoyo del Ayuntamiento fuenlabreño.

"Todos somos diferentes"

El mensaje fundamental para los niños, dicen las madres, es que entiendan que "todos somos diferentes, pero todos somos completamente válidos", por eso indican, hay que tener tolerancia y respeto, y sobre todo, empatía hacia los niños diferentes. “Muchas veces reaccionan con un empujón porque muchos de ellos tienen dificultades comunicativas y eso se lo explicas en las charlas que estamos dando y lo entienden”. Aquí la labor de la dirección y el equipo docente es fundamental para si uno de estos niños tiene una crisis en clase, saber explicar al resto que ocurre, añaden.

Reconocen que en los colegios hay total colaboración. Primero se detectan las necesidades de cada niño, luego se les ponen apoyos y, “en momentos puntuales, si necesita salir de clase, un descanso, hacer un examen en dos partes, pues se le da. El centro se vuelca en buscar qué necesitan y dárselo”. “Lo peor de esto es que un niño con autismo no tiene ningún rasgo físico por ser TEA y pasan por ser niños mal educados”, dice Rocío Muñoz, quien asegura que es una “discapacidad invisible”.

El cuento de la jirafa

Para estos talleres de concienciación están utilizando el cuento ‘Las jirafas no pueden bailar’, basado en la diversidad en general, y con el que quieren trasmitirles que aunque todos somos diferentes “sentimos exactamente igual y necesitamos un abrazo, un beso… Y si aprendo más despacio me doy un poco más de tiempo”, dice una de las madres. Después del curso, les dan a los niños un tríptico donde explican la situación de los menores con autismo, para que la información llegue también a los padres.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

No obstante, reconocen que se ha avanzado mucho, como demuestra que a día de hoy se detecte el problema a más temprana edad gracias a los trabajos de concienciación realizados en los colegios, donde ya reciben toda la atención necesaria del profesorado. Este grupo de madres quiere crear una red de acción para normalizar el autismo en la sociedad y favorecer la integración de quien lo padece. El contacto con ellas se puede hacer a través del mail corazonesdecolores22@hotmail.com.