La Comunidad de Madrid vuelve a medir la calidad del aire en el entorno de Corrugados en busca de anomalías

Getafe

Desde el pasado viernes, 28 de octubre, una estación móvil de análisis de calidad del aire recoge datos en el entorno de la fundición Corrugados, en Getafe, que tantas movilizaciones sociales ha generado por emisiones a la atmósfera, olores y ruidos que denuncian los vecinos del barrio de Los Molinos.

La consejera de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, Paloma Martín, ha anunciado que esta estación permanecerá durante todo el mes de noviembre analizando los datos en busca de anomalías. Al respecto ha recordado que hace justo un año ya instalaron esta estación medidora y no arrojó ningún dato de contaminación relevante, si bien han retomado esa campaña de mediciones ya que aún está abierto el proceso de revisión de la Autorización Ambiental Integrada de la empresa.

No obstante, sobre los incumplimientos de la legislación que denuncian los vecinos, Martín ha señalado que es el Ayuntamiento de Getafe el que tiene la competencia para hacer cumplir la ordenanza de Medio Ambiente y el Mapa del Ruido, si bien una sentencia judicial conocida el pasado mes de mayo reconocía que la administración local no puede imponer sanciones por asuntos medioambientales, de competencia regional.

La consejera ha recordado que desde 2019 han realizado 19 inspecciones en Corrugados que han resultado en cuatro expedientes sancionadores contra la empresa por diversos incumplimientos. Cabe recordaR que la propia compañía ha defendido en varias ocasiones que no emite partículas cancerígenas y ha reclamado una nueva moratoria para cumplir con los límites de ruido, algo contra lo que ha alegado el propio Ayuntamiento de Getafe.

El anuncio de la consejera Paloma Martín se ha producido durante la sesión del Pleno de la Asamblea de Madrid de este jueves, donde ha sido preguntada por la situación de Corrugados por la diputada de Más Madrid Alodia Pérez, que ha reclamado a la Comunidad de Madrid que mantenga una reunión con los afectados, ya que las respuestas de la empresa siempre han negado contaminación a pesar de que los vecinos han mostrado las emisiones de humo rosa que consideran sospechoso o el hallazgo de partículas férricas en sus balcones y en el patio de un colegio que achacan a la fundición.

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