Microfusa, un espacio para la nueva generación de productores musicales y DJ's

Madrid

Hace 35 años en la radio sonaba Spandau Ballet, Simply Red e incluso Samantha Fox. En ese panorama musical Ignasi Benavent ponía marcha lo que años después se convertiría en una escuela por la que han pasado más de 8.000 personas buscando convertirse en profesionales de la música. Con centros tanto en Barcelona como en Madrid, la escuela es a día de hoy un punto de atracción internacional de alumnos llegados de todo el mundo que sueñan con convertirse en productores musicales, técnicos de sonido o triunfar como DJ.

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Con tres años de recorrido en la capital, Microfusa se ha especializado en el desarollo de técnicas creativas en el mundo de la música. Su director, Jonathan Espinosa, también ingeniero de sonido y productor musical, asegura que lo que más se demanda actualmente entre sus alumnos son los cursos de DJ's. "Todos los que trabajamos en Microfusa sabemos qué competencias tienen que desarrollar nuestros estudiantes para cuando salgan al mundo real; les enseñamos las capacidades que pensamos que la industria les va a exigir", afirma. Y entre los conocimientos que deben adquirir se encuentra el de composición, lenguaje musical, historia de la música, software y estudio de grabación, entre otros.

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Esta rama tecnológica también incluye la producción musical, es decir, "la persona que está detrás de un proyecto musical que gestiona recursos humanos y técnicos, organiza la producción, la licencia y la distribución". Además, para profundizar en los cursos las clases son reducidas. En ellas el 80% de los alumnos son jóvenes de entre 18 y 24 años, aunque también hay mayores de 50 años o incluso personas jubiladas que, tal y como afirma Espinosa, "en la escuela encuentran la manera de realizar un sueño que en su juventud no pudieron, es una forma de quitarse una espinita clavada".