La Comunidad de Madrid pierde un nuevo juicio ante un ganadero que reclamaba compensación de daños por el ataque de lobos en su explotación
UGAMA habla de “nuevo varapalo judicial” y recuerda que ya hay numerosas sentencias que están incrementando las indemnizaciones sustancialmente
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Oveja muerta tras un ataque de lobos / UGAMA
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Alcobendas
El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº27 de Madrid ha estimado el recurso interpuesto por un ganadero contra el gobierno regional, condenando a ésta al abono de una indemnización de más de 19.000 euros por los daños provocados por dos ataques de lobo en su explotación ganadera, y a sufragar las costas procesales. La sentencia recuerda que los fines de conservación y protección de las especies que gozan de singular protección, como es el lobo, “trasladan a la Administración la responsabilidad de los daños causados por aquellas”.
La Unión de Agricultores, Ganaderos y Silvicultores de la Comunidad de Madrid, UGAMA ha denunciado que esta sentencia se suma a otras de este tipo, en las que el gobierno regional ha sido obligada a indemnizar hasta siete u ocho veces más de lo estipulado en la orden de ayudas para compatibilizar la actividad ganadera con la existencia de poblaciones de lobos, perros asilvestrados y buitres. El presidente de la organización agropecuaria, Alfredo Berrocal no entiende por qué esta orden no se ha modificado y adecuado a los verdaderos daños que están asumiendo los ganaderos.
El presidente de UGAMA lamenta que solo los ganaderos valientes que se atreven a denunciar judicialmente consiguen hacer valer sus derechos, quedando numerosos ataques sin denunciar. Se da la paradoja que la propia administración condenada a indemnizar los daños sea la misma que se encarga de certificarlos.
Berrocal considera lamentable que la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura responda con “dejadez absoluta y opacidad ante los ataques”, denuncia que al ganadero afectado se le niegue el informe pericial que elaboran los agentes medioambientales en su propia granja cuando se denuncia un ataque sufrido en su explotación.