Condenan al Hospital Infanta Sofía por pasividad de los facultativos y falta de tratamiento a un paciente de cáncer que terminó falleciendo

San Sebastián de los Reyes

El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha condenado a la Comunidad de Madrid al pago de 25.000 euros a la familia de un paciente de cáncer de vejiga, por “falta de tratamiento y pasividad de los facultativos del Hospital Infanta Sofía de San Sebastián de los Reyes”.

El paciente que terminó falleciendo, tenía 64 años y en 2017 fue diagnosticado y tratado de un tumor urotelial no invasivo. Tras la resección del tumor se recomendó quimioterapia y tratamiento de mantenimiento. Siete meses después, en septiembre de 2017, fue detectada una recidiva y se programó nueva intervención para octubre. La abogada del caso y parte de la Asociación ‘El Defensor del Paciente’, Julia García ha explicado que el informe de anatomía patológica indicó que tenía un carcinoma urotelial de alto grado con invasión muscular para el que está indicada la cirugía radical, sin embargo, le prescribieron instilaciones, es decir tratamientos farmacológicos directos inyectados en la vejiga.

Hasta febrero de 2018, cuatro meses después, el Servicio de Urología del Hospital Infanta Sofía de San Sebastián de los Reyes, no tuvo constancia del agravamiento clínico del paciente al acudir este al servicio de Urgencias derivado por su médico de cabecera, refiriendo hematuria persistente, presencia de sangre en la orina, desde noviembre de 2017. En Urgencias le transfundieron y fue dado de alta. Ese mismo día, ante la pasividad de su hospital de referencia, explica la abogada García, acudió a las urgencias de la Fundación Jiménez Díaz, donde se le diagnosticó un cáncer de vejiga con metástasis en un estado ya incurable. En este centro hospitalario de Madrid capital fue atendido hasta su fallecimiento veinte días después.

Para la abogada de la Asociación El Defensor del Paciente encargada del caso se cometieron dos errores graves; no indicar una nueva resección transuretral del tumor y no prescribir tratamiento con quimioterapia. Además, tras la segunda resección se solicitó un TAC para estadificar el cáncer, el cual fue citado cuatro meses después, una prueba que nunca llegó a realizarse.