Puigdemont frena el pacto para echar la extrema derecha en Ripoll
Junts había llegado a un acuerdo con ERC y el PSC para desbancar a la alcaldesa Sílvia Orriols
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Carles Puigdemont en una fotografía de archivo / OLIVIER HOSLET (EFE)
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Cuando ya había acuerdo entre Junts, ERC y el PSC para compartir gobierno, cuando ya tenían a la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols (de la formación de ultraderecha Alianza Catalana) prácticamente en la catapulta, Carles Puigdemont ha dado orden desde Bruselas de abortar el pacto.
La dirección nacional de Junts y la agrupación local del partido en Ripoll han hecho público un comunicado en el que critican con dureza la gestión de la alcaldesa Sílvia Orriols (Aliança Catalana). Según el texto, Ripoll está gobernado por un equipo en minoría y sin capacidad para llegar a acuerdos, mientras que Orriols ha instaurado un "régimen personalista" y utiliza el municipio como instrumento de su estrategia electoral permanente.
A pesar de la contundente crítica, Junts descarta, por ahora, impulsar una moción de censura. Consideran que sustituir un gobierno en minoría por otro no sería viable, que la moción podría reforzar el victimismo de Orriols y que sería necesaria una alternativa fuerte con un amplio apoyo popular.
Junts ha alertado de la fractura en la convivencia y de la imagen erosionada que está sufriendo Ripoll por la gestión de la alcaldesa, a quien acusa de alimentar la confrontación social para asegurarse el poder. "Los ripolleses decidieron que no habría ningún partido con mayoría absoluta, pero la alcaldesa no ha sido capaz de tejer alianzas para defender el interés general del municipio", afirman.
Finalmente, el partido se compromete a revertir la situación en las urnas, asegurando que trabajará para derrotar a Aliança Catalana en las próximas elecciones municipales.
El partido ha enviado un comunicado en el que oficializa su golpe de timón mientras el reloj corre. En cinco días vence el plazo para que la oposición se ponga de acuerdo. Pasado este tiempo, si no hay pacto, Orriols continuará como alcaldesa y sus presupuestos quedarán aprobados, en una jugada que le habrá salido redonda a la extrema derecha.
"La polémica ha erosionado la imagen de Ripoll, y la situación nos preocupa por la incapacidad de gestión de los problemas complejos y por la fractura en la convivencia que comporta el régimen personalista de la alcaldesa. Y somos conscientes también de su disposición a atizar una confrontación social entre los ripolleses con tal de asegurar la poltrona en la alcaldía", dice el comunicado de la formación de Carles Puigdemont.
Junts da tres motivos por los que se ha echado atrás del pacto:
- En primer lugar, no es viable sustituir a un gobierno en minoría por otro gobierno en minoría, porque existe el riesgo de que la ciudadanía crea que se trata de un simple cambio de sillas.
- En segundo lugar, una moción de censura incrementaría el riesgo de que la alcaldesa aumente el victimismo y atice una confrontación social de difícil reconducción, al menos a corto plazo. Ya hemos visto que en Aliança Catalana esta estrategia le interesa y no tiene ningún límite ético para conseguir su propósito.
- Y en tercer lugar, porque la alternativa que surja a la alcaldesa debe ser fuerte, con un gran apoyo popular y debe ser fruto, por tanto, de la voluntad mayoritaria de los ripolleses.