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Mar Bermúdez: "Me perdí a mí misma, mi vida se resumía en la agresión"

La periodista que ha logrado condenar a su exjefe, Saül Gordillo, por agresión sexual, ha explicado en El Balcó cómo han sido estos dos años de proceso judicial y personal

Barcelona

El 12 de noviembre, a las puertas del juicio contra su exjefe, Saül Gordillo, Mar Bermúdez decidió hablar públicamente porque la vergüenza "tenía que cambiar de bando". Y lo consiguió. De tener que escapar por la puerta trasera el día de la instrucción, pasó a entrar por la puerta principal sabiendo que no había hecho nada malo, logrando así que Gordillo fuera condenado a un año por agresión sexual. Una primera condena que podría no ser la única, ya que el exdirector de Catalunya Ràdio aún tiene pendiente otro juicio por agresión sexual, de la misma noche, a otra trabajadora.

Hoy, en El Balcó, Mar Bermúdez relata cómo ha vivido estos dos años: ¿Cómo es denunciar a uno de los periodistas más influyentes de Cataluña? ¿Qué sentimientos ha tenido durante el proceso judicial? ¿Cómo ha sido su recuperación personal y laboral? ¿Y qué emociones le despierta la ola del Me Too que ha sacudido el mundo del periodismo catalán?

Mar Bermúdez: "Em vaig perdre a mi mateixa, la meva vida es resumia en l'agressió"

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La influencia de Pelicot

Mar aún se emociona al recordar aquel día: "Pienso en la fuerza que saqué de no sé dónde". Estaba nerviosa, aunque tenía el discurso bien preparado: "Nunca había pensado tanto lo que iba a decir como en aquel momento". Dio la cara "después de dos años de mucho sufrimiento", con la incertidumbre de lo que podría pasar. Su espejo fue Gisèle Pelicot, de quien se inspiró para decidir que la vergüenza tenía que cambiar de bando.

Ese fue un momento crucial en el proceso de Mar. Pasó de salir por la puerta trasera, escondida, durante la instrucción, a entrar por la puerta principal y, además, hablando: "Aún me cuesta creerlo, me resulta extraño pensar que soy esa persona y que fui capaz de hacer aquello".

El proceso: el miedo

El miedo comenzó la noche de la agresión. Mar sabía que lo que había pasado no estaba bien, pero no puede precisar cuándo exactamente identificó que fue una agresión: "Probablemente al día siguiente, en terapia". No habían pasado ni 12 horas cuando Mar llamó a su psicóloga y se lo contó a su familia y amigas. Esta red la hizo sentir como "una privilegiada" y el apoyo la ayudó a superar todo el calvario.

Cuando decidió denunciar, después de pensarlo y asesorarse, el miedo estaba en lo que podría pasar. Mar acababa de empezar su carrera profesional y sabía que el hecho de denunciar podía cerrarle muchas puertas. "La opción de no denunciar también existía", señala Mar, pero siempre ha defendido que "hay que denunciar" y no habría podido vivir consigo misma si no lo hubiera hecho.

Después llegaron los juicios en los medios, con columnas de opinión que la destrozaban, y el miedo volvió: "Cuando ponga la cara, ¿qué me puede pasar?". A pesar de ello, decidió hacerlo porque, como dijo Pelicot y han repetido decenas de periodistas catalanas, la vergüenza debe cambiar de bando.

El proceso: el trauma

Ahora toca ser fuerte, pero durante estos dos años no ha sido fácil: "Me perdí a mí misma, mi vida se resumía en la agresión". Durante este tiempo, Mar no ha podido volver a pisar una discoteca. Ha sido esta Navidad cuando, por primera vez, salió "como un suricata", vigilando que no hubiera contacto con nadie.

Tampoco ha podido mantener relaciones sexuales. El trauma sexual es un tema que suele evitarse, aunque lo sufran la mayoría de las víctimas de agresiones sexuales. "Le preguntaba a mi psicóloga cuándo volvería a tener relaciones y si sería capaz", recuerda Mar, porque acercarse al sexo suponía "regresar a ese momento, desconfiar, tener miedo". Ha logrado avanzar gracias a hablar y compartir su experiencia, como una forma de "autoprotección".

La fuerza de todas

Mar es una de las mujeres que ha iniciado este Me Too de periodistas catalanas sin saberlo: "Aquel día, en la puerta del juzgado, jamás lo habría imaginado". Sin embargo, ella no se considera valiente; cree que es "la fuerza de todas las mujeres" la que la está ayudando a seguir adelante. Es una sensación de emoción, pero también de vértigo.

La red que se ha creado, subraya la periodista, no habría sido posible sin las generaciones anteriores y los cambios que lograron con las herramientas que tenían: "Gracias a su lucha he podido identificar y denunciar, y que mi caso haya ayudado a romper silencios".

Laura Polo Dalfó

Laura Polo Dalfó

Redactora, productora, reportera i el que faci falta a El Balcó de SER Catalunya. Graduada en Periodisme...

 
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