Vall d'Hebron, hospital pionero en Europa en el uso de una técnica que evita cirugías a corazón abierto
El hospital ya ha operado con éxito a dos pacientes adolescentes
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Joan Miró, de 17 anys, és un dels dos pacients sotmesos a la nova tècnica pionera
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Barcelona
La nueva técnica permite implantar una válvula coronaria mediante cateterismo, evitando la cirugía a corazón abierto a pacientes con cardiopatías de nacimiento.
Las cardiopatías congénitas son las malformaciones más frecuentes al nacer, afectan a entre cinco y doce de cada 1.000 recién nacidos. Muchas provocan un mal funcionamiento de la válvula pulmonar del corazón, que -con los años- debe sustituirse. La mitad de estos pacientes deben pasar por una operación a corazón abierto, ya que la dilatación de la zona afectada no permite realizar la intervención a través de un cateterismo. A partir de ahora, la nueva técnica que utiliza Vall d'Hebron ahorrará la cirugía mayor a muchos de estos enfermos.
"Lo que hacemos es colocar un stent autoexpandible que funciona como un 'adaptador' que corrige la dilatación y permite anclar correctamente las nuevas válvulas implantadas mediante un catéter", explica el doctor Pedro Betrian, responsable de la Unidad de Hemodinamia Pediátrica del hospital. "Hasta ahora el 50% de los pacientes que necesitan una válvula pulmonar nueva deben ir a cirugía mayor. Ahora estimamos que entre el 30 y el 35% de estos chicos podrán ser intervenidos por cateterismo".
La nueva técnica, que lleva años utilizándose en EEUU, todavía no ha recibido la validación europea, pero el hospital Vall d'Hebron ha recibido un permiso especial para aplicarla mientras no llega la aprobación.
Recuperación exprés
La cirugía a corazón abierto requiere ingreso en UCI y posteriormente en planta, con una hospitalización de entre siete y diez días. Con la implantación de la válvula por cateterismo, los pacientes se marchan a su casa caminando 24 horas después de la intervención.
Joan Miró, de 17 años, es uno de los dos pacientes que se han sometido a este procedimiento. Fue el pasado mes de mayo y el resultado fue óptimo. "En el instituto me dejaron una semana para que me recuperara e hiciera los últimos (exámenes) globales que tenía pendientes. A las dos semanas estaba haciendo la selectividad, todo fue perfecto", explica. En unos días empezará Diseño Industrial en la Universidad.
Joan nació con Tetralogía de Fallot, una malformación congénita que altera el flujo normal de sangre por el corazón. Con ocho meses fue operado para corregirla, pero al llegar a la adolescencia había desarrollado una severa insuficiencia de la válvula pulmonar que requería tratamiento.
"Desde pequeño sabía que cuando llegara a los 18 o 20 años debería someterme a una intervención a corazón abierto. Cuando me dijeron que podrían operarme sin abrir fue una alegría enorme", dice. Su padre, sentado a su lado, lo corrobora con una gran sonrisa en los labios.
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Susanna Ruiz
Periodista. Animals i llibres.