Veinte municipios catalanes duplican el consumo de agua permitido en plena sequía

Barcelona

Noticia que adelanta la Cadena SER: hay 20 pueblos y ciudades que se saltan las restricciones de agua por la sequía en Catalunya y consumen más de lo permitido. Son municipios que suman decenas de miles de habitantes, con mucha actividad económica vinculada sobre todo al turismo y la industria, donde se consumen más de 500 litros de agua por persona al día, cuando el límite permitido en casi todas las comarcas es de 230 litros tal y como marca el plan de sequía en la fase de excepcionalidad.

El Govern no quiere decir cuáles son estos municipios que gastan agua de forma descontrolada, pero fuentes del ejecutivo apuntan a la SER que en esta lista hay ciudades medianas, grandes y muy grandes. No son, en ningún caso, pueblos pequeños donde el consumo de agua de una única actividad puede alterar la media de gasto de todos los habitantes. Además, el cálculo no se ha hecho sobre la población empadronada, se ha hecho contemplando que hay pueblos, sobretodo en el litoral, que multiplican la afluencia de gente en verano con la llegada del turismo.

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Algunas voces de la conselleria de Acción Climática de la Generalitat lamentan que el compromiso con el ahorro de agua está siendo desigual dependiendo del sector económico. Esas mismas voces creen que la agricultura ha pagado un precio muy alto por la sequía y ha demostrado su compromiso para no malgastar recursos, pero en cambio no ven esta misma voluntad en el sector turístico.

Las multas podrían no llegar hasta después del verano

Esquerra Republicana, los Comuns y la CUP eran partidarios de multar inmediatamente los ayuntamientos que no cumplieran con las restricciones de agua, y así lo plantearon en la cumbre contra la sequía que se celebró a finales de marzo con todos los partidos del arco parlamentario catalán. No obstante, la reunión terminó sin acuerdo porque PSC y Junts levantaron la voz contra las multas a los municipios, asegurando que se traspasaba la responsabilidad de forma injusta a los alcaldes y se señalaba directamente a los gobiernos municipales.

En las mismas fechas, varios alcaldes salieron al paso lamentando que no tienen herramientas para controlar quién gasta más agua de la permitida saltándose las normas. En algunos casos el sistema de control de consumo no está digitalizado y los datos provienen de estimaciones o revisiones presenciales de contadores que se hacen cada dos meses.

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Con todo, de momento lo único que puede hacer la Agencia Catalana del Agua es mandar cartas con advertencias a estos ayuntamientos que gastan más agua de la permitida.

Las multas tardaran meses en llegar, porque están vinculadas a unas subvenciones para reparar fugas en los sistemas de abastecimiento, unas ayudas que aún no tienen las bases publicadas. Una vez se hagan públicas (algo que no está claro que suceda en este mes de junio), hay que dejar pasar un mes para que se abra definitivamente la convocatoria, y luego otro hasta que puedan empezar las sanciones. Con ese calendario, es muy poco probable que lleguen multas a los ayuntamientos antes de que termine el verano, que es de largo el momento del año en el que más agua se consume.

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Las lluvias de mayo no revierten la situación

Las tormentas de las últimas semanas, que han caído con ganas en el nacimiento de los ríos, no han servido para mejorar las reservas en los embalses, que sólo ha aumentado un 2% el agua almacenada, pasando del 25% al 27% de reservas en las cuencas internas.

A pesar de las mejoras en algunos puntos concretos -el pantano de Sau, por ejemplo, ha triplicado sus reservas en dos meses- el mapa global de recursos hídricos no es mucho mejor que antes de las lluvias. Es importante haber roto la tendencia a la baja, pero para poner cuatro ejemplos, el pantano de Siurana está al 6%, el de Riudecanyes al 7%, y la situación tampoco es mucho mejor en la cuenca del Ebro... Rialp, el embalse con más capacidad de Catalunya, está al 9% de reservas. Todos los expertos coinciden en afirmar que la lluvia es bienvenida pero que aún es escasa para terminar con la sequía.