El informático amigo de Laura Borràs confiesa y la incrimina: "Acordamos dividir el trabajo en varios contratos"
Isaías Herrero admite que tenía un "contrato laboral encubierto" en la Institución que Borràs dirigía y pone contra las cuerdas a la líder de Junts
Barcelona
La estrategia de defensa de Laura Borràs está cada vez más tocada de muerte, después de que uno de los acusados haya roto el silencio para confesar e incriminarla. Se trata del informático Isaías Herrero a quién Borràs adjudicó más de 330.000 euros en contratos a dedo cuando dirigía la Institución de las Letras Catalanas (ILC).
Herrero ha admitido todas las acusaciones: que tenía un “contrato encubierto” con la Institución de las Letras Catalanas a raíz de su relación de amistad con Borràs y que la líder de Junts y él estuvieron de acuerdo en fraccionar contratos: "Acordamos que haríamos contratos de obra y servicio, que no podían sobrepasar el importe de 18.000 euros", ha confesado a preguntas de la Fiscalía.
"Teníamos que dividir, de alguna manera, el trabajo que se tenía que hacer en varios contratos", ha añadido. La confesión escenifica un pacto negociado en las últimas semanas con la Fiscalía. La contraparte será una rebaja en la pena que la acusación reclama para Herrero y que se materializará al final del juicio en el trámite de conclusiones. La rebaja, espera la defensa, permitirá al informático evitar su ingreso a prisión.
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La normativa de contratos menores obliga además a pedir tres presupuestos de entidades o personas diferentes y adjudicar el trabajo a la mejor de las opciones. Por eso, según ha corroborado el informático, Borràs le dio instrucciones para elaborar también presupuestos falsos. "Dos presupuestos tenían que acompañar un presupuesto que sabíamos que se aceptarían. Los dos presupuestos acompañantes, o presupuestos comparsa, sabíamos que no se aceptarían", ha admitido, haciendo suyas las palabras de la Fiscalía.
Herrero ha querido echar un capote a Borràs, que ha servido de poco. El informático ha insistido, en contra de lo que algunos correos muestran, que Borràs no va elaboró ninguno de aquellos presupuestos falsos; sino que fue él quien los hizo. La fiscal, sin embargo, le ha mostrado algunos de los correos electrónicos que intercambiaron los acusados, y que constan a la causa, ante lo cual Herrero ha acabado admitiendo que fue Borràs quién le facilitó los datos fiscales con los que se tenían que hacer aquellos presupuestos comparsa.
Desde el banquillo de los acusados, a su izquierda, la presidenta suspendida del Parlament, Laura Borràs, ha escuchado la confesión de quien fue su amigo. Antes, al inicio del juicio, ha insistido en su inocencia. "No he cometido ningún delito", ha respondido al presidente del tribunal, el magistrado Jesús Maria Barrientos, que le ha preguntado si se declaraba culpable.
Borràs está siendo juzgada por, supuestamente, haber fraccionado contratos para favorecer a un amigo suyo cuando dirigía la Institución de las Letras Catalanas (ILC) del 2013 al 2017. La fiscalía le pide seis años de cárcel, 21 de inhabilitación para cargo público y 144.000 euros de multa por prevaricación continuada y falsedad en documento público, con la agravante de prevalecerse de su cargo. La abogada de Borràs, Isabel Elbal, ha acusado a las demás defensas de entregar al ministerio fiscal pruebas que perjudican a la presidenta suspendida del Parlament.