Explotación a la vuelta de la esquina

Palencia

En apenas cuatro días, en Castilla y León se han sucedido varias noticias sobre explotación laboral. Se han dado en distintas actividades económicas como hostelería o vigilancia y en diferentes localizaciones como Burgos, León, Valladolid o Zamora. En este último caso, el delito se detectó a raíz de un accidente laboral que supuso la pérdida de dos falanges de una de las personas explotadas.

Son situaciones que se repiten con demasiada frecuencia y casi en su totalidad tienen en común que las personas explotadas son inmigrantes, en algunos casos, en situación irregular que los empleadores aprovechan seguros de que no van a denunciar por el miedo a la expulsión de este país.

Lo relatado por las víctimas es tremendo. En unos casos, centenares de horas consecutivas trabajando; en otros sufrían coacciones e incluso siendo amenazadas con armas de fuego. En definitiva, situaciones insoportables que parecen más propias de otro siglo; pero que atestiguan que en este país hay indeseables que abusan de la manera más cruel posible de la vulnerabilidad extrema de estas personas y se enriquecen a su costa.

Deberíamos cuestionarnos nuestra ética como sociedad que nos escandalizamos ante la supuesta llegada masiva de inmigrantes; pero no ante casos de explotación laboral como los registrados a escasos kilómetros de aquí.