La Universidad de Burgos coordina un proyecto europeo para evitar la contaminación del agua por nitratos
LIFE-NITRAZENS cuenta con una financiación de 2 millones de euros contra la contaminación por nitratos
Verónica Calderón, Vicerrectora de Investigación, Transferencia e Innovación (centro), Saúl Vallejos Calzada. Responsable del Grupo de Polímeros y Raquel Hernández Ruiz. Investigadora del Grupo de Polímeros / Noelia Alonso
Burgos
El Proyecto LIFE-NITRAZENS, que ha obtenido la cofinanciación de la Comisión Europea, pretende convertirse en un instrumento fundamental en la lucha contra la contaminación por nitratos del agua para consumo humano, basándose fundamentalmente en la prevención, ha explicado la vicerrectora de Investigación, Transferencia e Innovación de la Universidad de Burgos, que encabeza el consorcio de once entidades de España y Portugal que desarrollarán este proyecto durante 36 meses.
El proyecto contará con un presupuesto de 2 millones de euros, de los que el 60% serán aportados por la Comisión Europea y el resto por los integrantes del consorcio.
Centrará su actuación en las cuencas del Duero y del Ebro, tres localidades de cada una de ellas, de Castilla y León y Aragón, que se consideran las zonas con mayor nivel de contaminación por nitratos, en buena parte provocada por el mal uso de fertilizantes.
El responsable del grupo de Polímeros de la Universidad de Burgos, Saúl Vallejos, ha explicado que el proyecto se ha podido lanzar gracias a un estudio que realizó este grupo en 2024 en la provincia de Burgos para el que contó con la "ciencia ciudadana", con ciudadanos que colaboraban en la toma de muestras.
Se analizaron las aguas de 247 localidades de l aprovincia y se comprobó que el 22% superaban los límites de nitratos admitidos, aunque el porcentaje se elevaba al 30% si se consideraban niveles que también resultan nocivos cuando son persistentes.
El proyecto europeo se desarrollará durante 36 meses, aunque no comenzará a desarrollarse de inmediato porque requiere algunos preparativos, y culminará con una comprobación de la eficiencia de los resultados para exportarlos al resto de la Unión Europea, con una prueba piloto en Cohimbra, en el río Mondego.
Una de las investigadoras del grupo de Polímeros, la doctora Raquel Hernando, ha adelantado que crearán una plataforma de intercambio de datos, que recogerán en aguas de consumo humano, superficiales y subterráneas, porque en este momento ya han detectado varias carencias.
