Berlangas de Roa recupera la tradición de la Vaquilla de Carnaval

Berlangas de Roa

Berlangas de Roa recuperará durante este Carnaval una figura mítica de su cultura popular que tiempo atrás ejercía de protagonista en estas fechas: se trata de la Vaquilla de Carnaval, una tradición de la que aún tienen recuerdos de infancia las personas más mayores del municipio y que ahora los jóvenes están dispuestos a recuperar de la mano de la Asociación de Amigos de Berlangas en el treinta aniversario de este colectivo. Pablo de Diego es uno de los jóvenes socios que este sábado explicará el proyecto de recuperación tanto de esta tradición como de la del Cencerrero, asociado a las fiestas de abril en honor a la Virgen de los Huertos.

Lo más inmediato es la recuperación de la Vaquilla, un ser que aparece en los días de Carnaval por el pueblo y persigue a todas las personas que se encuentra en la calle, tratando de amocharlas. La gracia está en evitar sus envites, corriendo más, despistándole o escondiéndose en recodos del pueblo. Para dar vida a este personaje se necesita básicamente un armazón recubierto de material que simule un animal con la colocación de dos cuernos en su parte delantera, bajo el que pueda meterse una persona para guiar la estructura con carreras y persecuciones.

La vaquilla de Carnaval saldrá en Berlangas a las cinco y media de la tarde de este domingo 2 de marzo, media hora antes de que se celebre el desfile de disfraces en el Teleclub. Previamente, el sábado día 1 y organizado por la asociación de Amigos de Berlangas, Pablo de Diego presentará la iniciativa de su recuperación junto al proyecto para recuperar otra tradición de Berlangas: el Cencerrero. En este caso se trata de otra figura de la tradición popular vinculada en este caso a la fiesta de la Virgen de los Huertos, que se celebra en abril, la más importante de las que se celebraban en el año para los berlangueses. Los cencerreros eran labradores que cubrían sus vestimentas con cencerros para hacerlos sonar con sus saltos y andares en honor, agradecimiento y petición de protección a la Virgen. “Para nuestros antepasados era un sonido purificador, lo que se busca es que resuene por todo el pueblo y por las casas y que los malos espíritus del invierno se vayan y con la llegada de la primavera vuelva la vida y brote la felicidad en el pueblo” explica Pablo de Diego.

El recorrido por el pueblo de los cencerreros también tenía como función la de pedir el aguinaldo, que uno de ellos, la figura principal, iba recogiendo en sus alforjas, fundamentalmente en forma de viandas (chorizo, huevos, queso, vino…) de las que luego daban buena cuenta en una merienda festiva. Y con la advertencia de que, quien no diera un buen aguinaldo, podría recibir algún palo que otro con una escoba u otro elemento similar.

La intención de la Asociación de Amigos de Berlangas es recuperar estas tradiciones y sumarlas a las que ya se han ido rescatando en sus treinta años de vida.

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