Tres años de prisión para el hostelero de Valladolid detenido en su local con cocaína y anfetamina
Sentencia de conformidad por lo que no ha llegado a celebrarse el juicio
Sala de los juzgados de Valladolid
Valladolid
El hostelero E.M.C. acusado de un delito de tráfico de drogas cometido en noviembre de 2023 cuando la policía, en un registro en su establecimiento sito en Valladolid capital, se incautó de distintas cantidades de cocaína y de anfetaminas destinadas supuestamente a terceras personas, se ha conformado con una condena de tres años y un día de prisión, en lugar de los siete que inicialmente pedía para él la acusación pública.
Conforme al acuerdo alcanzado hace unos días, el juicio no ha llegado a celebrarse y el mismo se ha reducido a comparecencia en la que el acusado, representado por el letrado Fernando Capellán, del despacho Tresierra & Asociados, ha ratificado la sentencia de conformidad pactada con el fiscal del caso por delito contra la salud pública, en establecimiento abierto al público, con la atenuante de escasa entidad de las sustancias ocupadas.
Así, la pena asumida se sitúa en tres años y un día de cárcel y en el pago de una multa de 2.000 euros, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
Los hechos se produjeron sobre las 22.45 horas del día 1 de noviembre de 2023 en el bar que entonces regentaba el acusado en la calle Padre Manjón, cuando agentes de la Policía Nacional accedieron a su interior y realizaron una requisa de distintas sustancias estupefacientes, todo ello valorado en unos 617 euros.
En concreto, los agentes intervinieron un total de 3,28 gramos de cocaína y 0,19 de anfetaminas, parte en la despensa--había también alambre verde de jardinería y recortes circulares de plástico--y bajo la barra, junto con una báscula de precisión y restos de 'coca'.
Además, a cuatro de los clientes les fueron intervenidas sustancias similares a las ocupadas al hostelero, quien ha permanecido en prisión por esta causa entre el 2 de noviembre de 2023 y el 29 de enero de 2024.
Al acusado, consumidor de cocaína cuya venta, según la acusación pública, destina en parte para sufragar su adicción, fue también detenido el día de los hechos con 445 euros entre sus pertenencias, mientras que en la caja registradora contaba con 90 euros.
