En caída libre y sin frenos, 7-1 en San Mamés

Valladolid

El Real Valladolid firmó otro partido en el que demostró que no está preparado ni para siquiera competir en estos campos de Primera. Fue la tarde más plácida para los de Valverde que no tuvieron que acelerar mucho para deshacerse de un equipo triste y pequeño que encajó siete goles y su portero fue junto a Sylla el mejor de su equipo. Ver para creer.

La sangría comenzó muy pronto. Jaurguizar abrió el marcador en el 11'. En la única jugada de mérito de los vallisoletanos Marcos André consiguió filtrar un pase a Sylla que no falló en el uno contra uno, pero el gol fue anulado por un milimétrico fuera de juego. Nada más volver a ponerse la pelota en juego Nico Williams en una jugada personal que dejó en evidencia a Luis Pérez conseguía el 2-0 y ahí se acabó el partido. Antes de llegar al descanso llegaron otros dos, uno de Maroan y el otro de Sancet.

Con el partido finiquitado y tras el paso por el vestuario el equipo de Álvaro Rubio pareció reaccionar. Syllla anoto el 4-1 en el 47' tras una asistencia del recién incorporado Raúl Moro. La infantil segunda amarilla para Juric acabó con la mínima reacción blanquivioleta. A partir de ahí el festival cogió fuerza y con goles de Nico Williams, Guruzeta y el que cerró la cuenta del otro Williams, el Real Valladolid desaprovechó una nueva oportunidad de sumar, que no fue tal, porque no tuvo opciones en ningún momento del choque.