Felicísimo Fernández, despedida a un castellano viejo, a un hombre muy implicado socialmente
La Ribera del Duero ha perdido a una persona emblemática, que fue alcalde en la transición en Tubilla del Lago y una persona muy comprometida con los colectivos sociales y agrícolas
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19 febrero - Felicísimo Fernández
11:23
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Aranda de Duero
Presumía Felicísimo de tener un nombre que significaba FELIZ en grado superlativo. Fue lo único de lo que presumió y solo lo hizo cuando le preguntaban por su nombre. Siempre fue una persona tan discreta como comprometida socialmente. Nunca buscó la gloria. Felicísimo Fernández no ha precisado un funeral multitudinario ni dejar este mundo para ser reconocido por su elevado compromiso social. Ya en vida fue un hombre muy querido pero nunca son suficientes los agradecimientos cuando alguien ha dejado una huella tan profunda en las personas que tuvieron el inmenso privilegio de conocerlo.
Fue el primer alcalde de Tubilla del Lago en la democracia. Después, dos años más como concejal. Y este miércoles hemos viajado a través de los recuerdos de Evaristo Camarero por la vida de Felicísimo. Su amigo del alma “mi hermano. Ahora con el profundo dolor de su ausencia” ha expresado en los micrófonos de la Ser. Evaristo Camarero lo ha definido como “un castellano viejo actualizado, de buena cultura y muy noble. Una persona que hizo mucho por su pueblo y por el sector de la agricultura desde distintas responsabilidades”.
Las palabras que brotan de quienes lo conocieron y ahora lo echan de menos son un fiel reflejo del poso que ha dejado: “Tío Félix , esta mañana se te ha olvidado subir a la azotea para comprobar la cantidad de" lluvia" de lágrimas que derramó ayer tu pueblo por tu ausencia, ya te echamos de menos !! Buen viaje”, una alusión a su faceta de voluntario de la Aemet. Tenía un pluviómetro en la terraza de casa y enviaba los datos todos los meses.
Tubilla del Lago le debe mucho, pero quizá destaca la subvención que permitió impulsar el proyecto de las piscinas además de otros muchos avances para un pueblo al que se dedicó en cuerpo y alma. Evaristo camarero destaca de su amigo “la sencillez, la humildad y a la vez estar en todos los movimientos sociales. Fue alcalde en la transición, contribuyó con los movimientos agrarios, fue un gran hombre. Lo definía también su generosidad. Lo que tenía no era suyo, era de todos. Siempre decía que si él tenía lechugas yo también las tenía”.
Tubilla del Lago despidió el sábado con honores a un buen hombre. No estaría de más que el Ayuntamiento impulsara que su nombre figure como corresponde en un ejercicio de justicia en algún lugar privilegiado del pueblo.
“Descansa, descansa, que te queda todo el cielo por cosechar”.