El Banco de Alimentos de Burgos alcanza los 2,5 millones de kilos, pero solo baja el 1% los destinatarios
Dudan de la ley contra el desperdicio que prepara el gobierno porque provocará más burocracia
Javier Casado, de Caja Viva (izda) y Miguel Ángel Santaolalla, del Banco de Alimentos, con el cheque de la cooperativa de crédito para la entidad benéfica / Radio Castilla
Burgos
El Banco de Alimentos de Burgos teme que la nueva ley que prepara el gobierno sobre prevención del desperdicio alimentario, suponga mayor complicación burocrática en su actividad de recogida y reparto de productos básicos, además de abrir la puerta a entidades que buscan un beneficio económico.
Así lo ha expresado el vicepresidente del Banco de Alimentos, Miguel Ángel López Santaolalla, quien recuerda el carácter altruista de la asociación, y confía en la fidelidad de los colaboradores en la agroindustria, la distribución comercial y la solidaridad de la ciudadanía burgalesa. Pero no oculta sus dudas respecto a la futura norma.
El Banco de Alimentos de Burgos ha cerrado el ejercicio con un 13% más de productos recogidos, que han llegado a los 2'5 millones de kilos, de los que 1 millón ha sido enviado a otros bancos más necesitados.
En la balanza de intercambios, por cada kilo que llega a Burgos, salen 6,5 kilos a otros bancos de alimentos, con lo que sigue siendo un banco exportador.
El número de beneficiarios en la provincia es similar al año anterior, alrededor de 9.000 personas, pero lamentablemente solo ha descendido un 1%, cuando estamos hablando de un problema de grandes dimensiones, como lo califica el jefe de Negocio de Caja Viva, Javier Casado, en especial sobre pobreza infantil.
Caja Viva-Caja Rural ha aportado 10.000 euros de su campaña de lotería solidaria, que lleva 15 años entregando al Banco de Alimentos el donativo de las papeletas que venden los empleados de la cooperativa bancaria.
López Santaolalla señala que ha aumentado un 35% las aportaciones de la industria agroalimentaria, que compensa el descenso de 100.000 kilos procedentes de las firmas de la distribución y de 124.000 kilos del fondo europeo que el gobierno decidió suprimir a cambio de los cheques personales. La Gran Recogida anual ha permitido incorporar 100.000 kilos este año.
