Habilitan en Palencia un piso inteligente para personas que sufren ictus

Palencia

La tecnología al servicio de las personas con discapacidad mediante domótica accesible. En la capital palentina está dando sus primeros pasos PROYECTO APOY@RTE, DE COMCEMFE CASTILLA Y LEÓN. Para algunas personas con discapacidad, realizar tareas cotidianas, como encender la luz, abrir la puerta de casa o subir una persiana, se convierten en todo un reto. Sin embargo, la tecnología puede ayudar a superar estos obstáculos y barreras físicas. Un ejemplo de este papel facilitador es el sistema de domótica instalado en el piso inteligente, situado en la capital de Palencia. Desarrollado por el proyecto Crisálida, ha sido adaptado para mejorar la vida y favorecer la autonomía de las personas que han sufrido ictus y necesitan un tiempo de transición y espacio de rehabilitación antes de iniciar su vida independiente. Una vivienda accesible que se convertirá en los próximos meses en su hogar. Se ubica en la plaza de la Independencia.

Los sistemas de domótica se pueden programar y controlar desde un mismo dispositivo. Suele ser a través del teléfono móvil, aunque también se utilizan tablets, relojes inteligentes..., que actúan a modo de mando a distancia y permiten acceder a estos comandos tanto desde dentro como fuera de casa. El usuario puede encender o apagar las luces, subir o bajar las persianas, abrir puertas, ajustar la temperatura... De este modo, se eliminan barreras físicas y las personas con discapacidad realizan tareas diarias de manera autónoma, sin ayuda externa.

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El hogar cuenta con telefonillo inteligente que permite encender la luz usando la voz, recibir las llamadas del portal y abrir la puerta desde el móvil. Incorpora una mirilla con cámara, que permite ver quién hay al otro lado de la puerta, y captura la imagen, incluso en situaciones de poca luz. Otro ejemplo; la cerradura permite abrir y cerrar la puerta de casa desde cualquier lugar, a través del móvil o la voz, sin necesidad de llaves físicas. Y, además, lleva el control de quién entra o sale de la vivienda garantizando la seguridad y tranquilidad del hogar.

Dispone también de enchufes inteligentes que controlan lámparas y otros aparatos de manera remota, termostatos que aprenden los hábitos y preferencias del usuario, pulsadores para facilitar la solicitud de asistencia en situaciones de emergencia o apoyo inmediato... Los sistemas domóticos se adaptan a las necesidades y preferencias del usuario y crean un entorno adecuado a sus capacidades. Una experiencia personal más cómoda y eficiente que, además, conlleva un importante ahorro energético. Estos sistemas y productos ofrecen accesibilidad sin requerir grandes reformas físicas. Con pequeños cambios, la vivienda de transición se convierte en el hogar soñado para la persona con discapacidad.

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Además de las herramientas digitales que permiten controlar diferentes tareas del hogar de forma sencilla y cómoda, esta vivienda de transición automatizada cuenta con otros recursos y productos de apoyo para atender a personas con ictus en el periodo previo de adaptación y aprendizaje, antes de alcanzar su vida independiente. En su interior, encontramos dos acogedoras habitaciones, una principal para la persona con discapacidad y una segunda para el cuidador, totalmente equipadas con sistemas de ayuda a la movilidad para potenciar las facultades del usuario.

En las distintas estancias aparecen otros dispositivos de ayuda para personas con problemas de movilidad: la grúa de traslado, la de bidepedestación que ayuda a ponerse de pie desde la posición de sentado, un sube escaleras que no requiere ningún tipo de instalación... Además, descubrimos MowoOT, un dispositivo que estimula el intestino grueso y combate el estreñimiento crónico; la impresora 3D, que ayuda a crear objetos personalizados, y la plataforma de rehabilitación EvolvRehab, conectada al televisor y que permite mejorar el entrenamiento de las habilidades motoras del usuario.

En esta vivienda independiente y adaptada se han aprovechado todas las posibilidades para facilitar la estancia de la persona con discapacidad, bien de manera permanente o como usuario de los diferentes tratamientos. Silla para baño multifuncional, utensilios específicos para la higiene, dispositivos y sensores de seguridad colocados de forma estratégica, barras de soporte, terapia y entrenamiento situadas en el pasillo... La tecnología más puntera comparte espacio con ideas prácticas y fundamentales.

Como no podía ser de otro modo, la casa acoge una sala de estimulación o Snoezelen, un espacio adaptado que ofrece múltiples experiencias sensoriales. Este concepto de origen holandés ofrece a las personas con discapacidad la posibilidad de relajarse a la vez que estimula los sentidos. Esas reconfortantes sensaciones se alcanzan a través de efectos de luz, variedad de sonidos, aromas, imágenes, experiencias táctiles..., que generan bienestar emocional en el usuario y le ayudan a mejorar su percepción de todo lo que le rodea y también sus capacidades.

Los usuarios de este piso inteligente también se benefician de la realidad virtual, una eficaz herramienta con fines terapéuticos que simula escenarios de aprendizaje y comunicación o posibles diagnósticos, y permite poner en práctica terapias de rehabilitación. Esta tecnología proyecta la realidad en el mundo virtual y rompe las relaciones habituales de espacio-tiempo, permitiendo a la persona con discapacidad generar nuevos movimientos y experimentar aquellas sensaciones que pueda ofrecerle.

Además, dispone de sistema ViveLibre. Ante cualquier situación de alerta o emergencia fuera de su domicilio, la persona puede comunicarse a través de la aplicación con una unidad formada por especialistas en atención psicosocial. Además, puede autorizar a otra persona ‘familiar’ a tener acceso a las alertas y a su localización, determinar el nivel de atención y establecer zonas seguras o de recordatorio.

Con la aplicación Hogar, la persona con discapacidad puede monitorizar su actividad física dentro de su entorno doméstico, sin emplear cámaras ni elementos intrusivos. Incorpora relojes inteligentes y un sistema de balizas, que facilita su localización detallada en interiores y responde automáticamente a situaciones de emergencia.

De carácter preventivo, este sistema mantiene un control constante en el domicilio sobre el estado de salud del usuario al recoger de forma periódica sus parámetros biométricos (tensión arterial, peso, frecuencia cardiaca, saturación de oxígeno…). La propia persona incorpora las medidas y un equipo clínico analiza cambios o tendencias de riesgo.