Los distribuidores de butano amenazan con huelga indefinida en febrero si no sube el precio por el que venden las bombonas
En Castilla y León son 800.000 los hogares que utilizan este tipo de gas para calentarse.
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Un repartidor de bombonas de butano. / Getty Images
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El mes de febrero es clave para que el gobierno y las empresas distribuidoras de butano y propano lleguen a un acuerdo. Si no, irán a la huelga indefinida. Unos parones que podrían traer consigo la suspensión indefinida de bombonas a los domicilios. Su consumo sigue siendo uno de los más demandados en Castilla y León, sobre todo en el medio rural.
En concreto, según datos de la Federación Española de Distribuidores de Gases Licuados, son 800.000 los hogares que utilizan butano en Castilla y León. Cada año se reparten más de 4 millones y medio de bombonas. Ahora, las 180 butaneros en la comunidad podrían dejar de repartir si no se llega a un acuerdo que lleva enquistado desde hace 10 años. Fue entonces, durante el gobierno de Mariano Rajoy, cuando se iniciaron las reclamaciones para revisar la fórmula que calcula lo que les cuesta comercializar este producto a las empresas distribuidoras.
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En noviembre de 2024, ya con Pedro Sánchez al frente del ejecutivo, se propuso una nueva orden ministerial pero solo comprendía una mejora de 30 céntimos por cada botella vendida, lejos de los 1,80 que pide el sector: "Lo siguiente que tocaría sería plantearse la suspensión indefinida de reparto a domicilio de bombonas o una protesta frente al Ministerio de Transición Ecológica como última llamada para conseguir solucionar un problema que lleva una década sin solucionarse", explica Iago Castro, presidente de la Federación Española de distribuidores de gas licuado.
Los pueblos, claves para el mantenimiento del butano
Una energía, la del butano que se utiliza en estufas, en cocinas y para calentar gas en lo hogares aunque cada vez han adquirido más protagonismo, por ejemplo, con las estufas portátiles que calientan terrazas de bares y restaurantes y que fueron colocadas tras la pandemia. Durante el confinamiento precisamente el consumo de este tipo de gas se incrementó sobre todo al habitarse segundas residencias y casas que hasta entonces solo se usaban en verano y que requerían de una menor necesidad de butano. Es precisamente en el medio rural donde notan más demanda: "Nuestra razón de ser es que somos una energía que llegan donde otras no lo hacen. Por lo tanto, las zonas alejadas de las redes de distribución hace que el consumo de butano sea muy importante y dentro del mix energético sea, incluso, la energía predominante" añade Castro.
Además, lamentan la falta de interlocución durante todo este tiempo pero confían en llegar a un acuerdo con el MITECO antes de la fecha límite, que tienen marcada en el mes de febrero: "Nos encontramos en una una tensa espera, el 24 de febrero tendremos una asamblea donde tendremos que tomar unas medidas indeseables pero necesaria ante la situación en la que nos encontramos".
En la comunidad son 7 las empresas distribuidoras en las nueve provincias de la comunidad. El pasado año repartieron 4 millones y medio de bombonas y se envasaron más de 56.800 toneladas de este tipo de gas.
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Diego Villacorta
Es periodista y cubre información local y autonómica