Licencia para soñar con todo
Los rojiblancos encadenan tres victorias seguidas, son líderes de las últimas quince jornadas y se ponen a tres puntos del play-off y con seis de ventaja sobre el descenso
El Zamora CF tuvo que bailar sobre hielo para vencer al Osasuna Promesas y brillar sobre un patatal en Irún para superar al Real Unión. Dos contextos contrarios a un equipo realizado para hacer fútbol champagne que había mostrado durante muchas épocas de esta temporada un crochet que mandaba a la lona a los suyos pero que recibía muy fácil también.
El Zamora CF arrancó la temporada generando mucho y cayendo porque en defensa se deshacía, a veces, en la única ocasión de los contrarios. Juan sabas intentó rearmar a los suyos sin perder identidad y según fue creciendo el equipo, creando mucho en ataque y ganando estabilidad defensiva.
A los rojiblancos, que iban superando problemas, les faltaban cosas para crecer: los partidos fuera de casa donde sólo se consiguió ganar en Barakaldo y los partidos donde había que jugar al otro fútbol. Y en las últimas semanas, quizá tras pasar una pequeña crisis por el cansancio de la Copa, han superado ambos problemas ganando en Irún y ganando, primero en Irún y después en el Ruta, en partidos donde el terreno de juego no les acompañaba.
El crecimiento paulatino del equipo sumado a las últimas tres victorias consecutivas, colocan al Zamora CF en un momento muy dulce, tan dulce que nadie ha sumado más en las últimas quince jornadas, dejando a los rojiblancos líderes de este tramo de la liga y en el global, séptimos, a sólo tres puntos del play-off y con seis puntos de ventaja respecto al descenso.
Los récords de este Zamora CF no paran ahí y es que el cuadro zamorano encadena por primera vez este año tres victorias consecutivas, igualando su récord en Primera Federación, la defensa zamorana deja con el Trofeo Zamora a Fermín Sobrón y el calendario anima a soñar con todo a los rojiblancos que saben que van a sudar para superar al Tarazona, su próximo rival, pero también saben que podrían dar un golpe letal a la salvación.
