Más de 4.000 locales comerciales cerrados en Burgos
La Federación de Empresarios de Comercio (FEC) reclama al Ayuntamiento que haga cumplir la ordenanza de adecentar las fachadas de las tiendas
Locales vacíos y llegar a los consumidores jóvenes, retos del pequeño comercio
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Burgos
La ciudad de Burgos mantiene más de 4.000 locales comerciales cerrados, según la Federación de Empresarios de Comercio (FEC), y han aumentado los cierres en 130 locales en solo dos años, con datos de 2023.
Destacan los establecimientos vacíos en Gamonal y su zona de influencia, con más de 80 locales cerrados entre 2021 y 2023, incluidas las naves de venta al por menor de los polígonos.
Este es uno de los grandes retos de la patronal del pequeño comercio, reconducir los hábitos de consumo, ahora dominado por las grandes superficies y el comercio online.
La presidenta de la FEC, Consuelo Fontecha, apela al Ayuntamiento de Burgos a diversificar el presupuesto que dedica al sector, con fórmulas que incentiven las compras en las zonas tradicionales, durante todo el año, y dar una vuelta al programa de Bonos al Consumo, para que resulte más estimulante.
La presidenta de la Federación de Empresarios de Comercio se dirige también al Ayuntamiento de Burgos para que obligue a cumplir la ordenanza que exige a los propietarios mantener adecentados los locales vacíos, que dan mala imagen al entorno y no ayudan a recuperar el pulso en el comercio local.
Consuelo Fontecha advierte de que la tarea de supervivencia del comercio de proximidad es complicada y el futuro no es muy halagüeño.
Los modelos de consumo han cambiado, y han venido para quedarse, los precios de los alquileres hacen que el comerciante se lo piense más a la hora de invertir y falta relevo generacional.
La consecuencia es una imagen desoladora de tiendas vacías en lugares estratégicos de la ciudad, donde antes había un gran dinamismo.
La presidenta de los comerciantes considera la campaña de Navidad relativamente buena, mientras las rebajas han comenzado con ''demasiada tranquilidad'', y eso que suponen habitualmente entre el 30 y el 40% de las ventas del año, sobre todo para el sector del equipamiento de la persona, textil y calzado, que es el más perjudicado por unas compras que se han diferido en el tiempo y no están tan concentradas en el periodo tradicional de dos meses.
