El refugio de Montejo cumple medio siglo
El Fondo para el Refugio de las Hoces del Riaza recuerda a las personas y entidades clave para este paraje natural
Montejo de la Vega
Hoy se cumplen cincuenta años del estreno oficial del refugio de rapaces de Montejo de la Vega de la Serrezuela. El Fondo para el Refugio de las Hoces del Riaza con motivo de este medio centenario recuerda algunos nombres fundamentales asociados a este paraje, que inauguró Juan Carlos I acompañado, entre otros, por Félix Rodríguez de la Fuente.
Y es que la idea de la creación del refugio la tuvo el propio naturalista de Poza de la Sal en marzo de 1974 cuando visitaba las Hoces del Riaza para realizar allí algunos de sus capítulos de su famosa serie documental “El Hombre y la Tierra”. De hecho, ahí se grabaron los capítulos dedicados al águila perdicera, una de las pocas especies que se ha perdido como reproductora en la zona y al buitre leonado.
En aquella visita Félix se percató de un grave descenso en la población de buitre leonado y en menos de un año, ya se puso en marcha lo que está considerado como uno de los primeros ejemplos claros de custodia del territorio, “término que no se acuñó hasta bien entrado este siglo y quizás excesivamente utilizado en la actualidad”, señala Juan José Molina, presidente del Fondo para el Refugio de las Hoces del Riaza, en un resumen de esta efeméride. Esta idea pionera dio lugar al primer espacio protegido gestionado por una entidad privada en España.
Desde entonces, a lo largo de estos años han sido muchas las personas físicas y entidades que se han unido a esta causa, que se traduce en un espacio natural en un soberbio estado de conservación, acogiendo una gran biodiversidad, con más de 335 especies de vertebrados datados y siendo la cuna de un gran número de naturalistas.
En la relación de entidades que cita Juan José Molina se encuentra WWF, asociación de la que era vicepresidente Rodríguez de la Fuente y la Confederación Hidrográfica del Duero, que complementó con sus terrenos otra buena parte de las hoces. Incluye en esa relación honorífica a la Junta de Castilla y León y su declaración como Parque Natural 30 años después, y también al Fondo para el Refugio de las Hoces del Riaza, formada por los naturalistas implicados de manera altruista en el estudio y conservación de los valores naturales de la zona.
En cuanto a los nombres propios, cita la entrega demostrada por los guardas Francisco Martín Calleja y Hoticiano Hernando Iglesias (fallecido en 2015), que “no solo era bueno en las labores de vigilancia, sino que además, siendo vecino de Montejo, servía de nexo de unión entre los vecinos y los naturalistas, algo indispensable para que este cóctel saliera bien”. Considera que “si algo grande nos dejó Hoticiano, fue el relevo tras su jubilación en su hijo, Jesús Hernando Iglesias, actual guarda de refugio, que realiza una impresionante labor diaria”.
En cuanto a los nombres propios, cita la entrega demostrada por los guardas Francisco Martín Calleja y Hoticiano Hernando Iglesias (fallecido en 2015), que “no solo era bueno en las labores de vigilancia, sino que además, siendo vecino de Montejo, servía de nexo de unión entre los vecinos y los naturalistas, algo indispensable para que este cóctel saliera bien”. Considera que “si algo grande nos dejó Hoticiano, fue el relevo tras su jubilación en su hijo, Jesús Hernando Iglesias, actual guarda de refugio, que realiza una impresionante labor diaria”.
También menciona a Rafael Marina García, Director del Parque hasta hace pocos días, cuando le ha llegado el momento de su jubilación, de quien dice que ha dejado “un inmejorable ambiente de colaboración entre todas las entidades y personas implicadas”. Por último, pero no por ello menos importante, habla en este cincuentenario del grupo conocido como los “Montejanos”, como herederos del ímpetu y fuerza del gran naturalista Fidel José Fernández y Fernández-Arroyo, “que falleció el 20 de septiembre de 2022, dejando un vacío enorme, tan grande como la huella marcada de su paso y entrega total durante 47 años ininterrumpidos. Desde la inauguración Fidel José registró cada nido de buitre leonado, alimoche, búho real, cuervo… y una gran lista de especies, consiguiendo así, que este sea uno de los lugares más estudiados no solamente de España, sino también de Europa”, destaca en su escrito, que concluye pidiendo a quienes visiten este espacio natural “que lo hagan con el debido respeto a la flora y fauna, así como a quienes han trabajado por que sea éste un paraíso natural”.