Bajas por enfermedad, el doble castigo

Palencia

Antes de dar mi opinión, y como sé que se trata de un asunto del que se habla mucho y ciertamente polémico, quiero dejar claro que ninguna persona, sea empleado público o privado por cuenta propia o por cuenta ajena, debe quedar desprotegida ante una eventualidad como es una baja por enfermedad o accidente, bastante desgracia es sufrir un problema de salud como para sumarle un problema económico.

Solo pretendo con mi opinión de hoy visibilizar, por un lado lo complicado que es amanecer con un mensaje en el que un empleado te comunica que se encuentra mal y no podrá asistir a su trabajo, y por otro, que esos costes tengan que absorberlos de la forma que lo hace el empleador.

Les pongo en contexto: Plena campaña de navidad en hostelería o comercio, el personal justito para poder atender una carga de trabajo como la que se viene encima, hay que transigir en algún caso con días libres o vacaciones con personas que tienen familia fuera o niños. Apuras opciones de incorporar algún extra y los autónomos dispuestos a hacer entre 12 y 14 horas, todo demasiado apretadito.

Me acosté a las 3 o las 4, abro el móvil a las 9 de la mañana y un empleado informa que no podrá asistir al trabajo porque se encuentra mal, gracias a dios se trata de una enfermedad común, pero no se ve con fuerzas de asistir al trabajo y acudirá al médico.

Lo normal es que se produzca una baja entre 4 y 15 días, todo esto con Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Año Nuevo, Reyes y sus fines de semana por delante, y sabiendo de antemano que ninguna o poca vida personal tendrás para estar con tu familia o amigos.

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Aun con la experiencia adquirida en este tipo de contratiempos, la noticia te cae como un chorro de hielo que acentúa más el estrés en el que vives.

Tienes 3 horas para buscar alternativas, porque las empresas no abrimos un armario y sacamos una personita para trabajar. Piensas en algún "ex" que te pueda ayudar un par de días, revisas horarios para ver cómo les puedes modificar y cubrir la baja, lo que significa un pequeño esfuerzo en el resto de los trabajadores que tampoco cae nada bien especialmente en estas fechas. Valoras cerrar el negocio algún día o en algún horario y por supuesto, el autónomo tendrá que trabajar todo el día.

Por si esto fuera poco, cuando te crees que no puedes estar peor, ocurre. Un empleado te dice que anda con fiebre y a ver lo que aguanta, o tiene un problema personal grave y no podrá asistir al trabajo o simplemente uno se duerme y no acude. Se produce un efecto domino tan frustrante como surrealista que no te crees que esté pasando. Pues además de todo este sufrimiento físico desproporcionado, resulta que te toca costear la operación.

Hablando de bulos, no hagan caso del que dice que el coste de un trabajador de baja no lo paga la empresa, por supuesto que lo paga en mayor o menor medida el empresario, dependiendo de si es enfermedad común o accidente y de los días que dure la misma, pero siempre un coste alto.

Puedo entender que un albañil que se caiga del andamio sea un coste de empresa, pero no que una gripe común y mucho menos romperse una rodilla esquiando tenga que asumirlo la empresa de la forma que se hace y no el estado español, que bien dedica el dinero a otras cosas.

Me constan los altos índices de absentismo que hay en las grandes empresas o en la administración pública. Sin ir más lejos, hace poco se hablaba de 50 bajas en el Ayuntamiento. Y una cosa son estas corporaciones y entes públicos, y otra bien distinta un autónomo con 2 empleados o una pyme de las que la mitad sacan los números adelante a duras penas.

Mucha salud para todos en esta 2025