Aranda de Duero

La salida de Virginia Martínez como presidenta de la Arandina ha dejado también titulares en la vertiente política. Porque la edil del consistorio por sí misma ha introducido al PP en su argumentario, dejando claro que está "dentro del grupo municipal", y recordando que la única forma de salir es dejando el acta -una decisión que solo le compete al propio edil-. "Por supuesto quiero seguir perteneciendo en el grupo municipal porque me siento una persona del PP, que comparte los valores y principios del partido. No tengo noticias de que se me haya expulsado ni el Ayuntamiento me lo ha notificado. Y creo que ahora nos enfrentamos a importantes acontecimientos que se dan en la corporación y que serían importantes para trabajar de cara a un grupo unido", aseguraba Martínez en clara referencia al presupuesto, en el que asegura votará en consonancia con el resto de ediles de la formación.

Martínez aprovechaba para mostrar buenas palabras ante Cristina Valderas y Alberto Rasero en sus respectivas funciones, "que hará un nuevo enfoque a las necesidades y garantizando que el diálogo sea lo que prime". "Los componentes del grupo municipal podrían firmar mi expulsión del grupo pero no del partido. Y esa no es la forma de proceder del partido. Las circunstancias, y la votación importante que hay en ciernes, hace que mi posición sea priorizar estos intereses y trabajar por los ciudadanos", sentenciaba.

Un pulso que dura dos meses y medio

Fue el 24 de octubre cuando el grupo municipal popular anunciaba textualmente que Martínez no iba a seguir “ejerciendo su actividad como concejala” en un ambiguo comunicado en el que no aclaraba si se marchaba voluntariamente o expulsada por el partido.

El responsable provincial reconocía la semana pasada que el papel de la ya ex presidenta de la Arandina Club de Fútbol está salpicando al partido, pero ella no tiene ninguna intención de abandonarlo voluntariamente. De hecho, apelaba al comité de derechos y garantías interno que permite a cualquier miembro defender su posición. Dice que la suya es mantener la disciplina de voto, de la que nunca se ha salido y que seguirá manteniendo, apelando a que al partido le vendrá bien contar con el suyo cuando próximamente vayan a Pleno los presupuestos municipales. Cabe recordar que Martínez no acudió a la sesión del 21 de mayo del año pasado, cuando se aprobaron los presupuestos de 2024 y tampoco hubiera podido votar por incompatibilidad, al presidir una entidad que recibe ayudas municipales, pero con su salida de la directiva este año la situación sería distinta.

Martínez aprovechaba para mostrar buenas palabras ante Cristina Valderas "que creo es buena coordinadora y una buena líder del partido en Aranda" y Alberto Rasero como líder comarcal "que hará un nuevo enfoque a las necesidades y garantizando que el diálogo sea lo que prime". "Los componentes del grupo municipal podrían firmar mi expulsión del grupo pero no del partido. Y esa no es la forma de proceder del partido. Las circunstancias, y la votación importante que hay en ciernes, hace que mi posición sea priorizar estos intereses y trabajar por los ciudadanos", sentenciaba.

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